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esenciales y las formas accidentales o determinantes efímeros. “Pero esta verdad no podrá ser entendida por todos, porque es cierta- mente arduo comprender el modo con el que se tienen todas las especies de dimensiones y ninguna de ellas, tener todo el ser formal y no tener forma ningún ser” 73 . Lo que es todo, el acto, exige no ser cosa alguna. En el caso de las dimensiones (esencia que admite cualquier tipo de materia), la materia contracta se determina a través de alguna de ellas —no todas—, que se manifiestan en distintas for- mas (forma de caballo, forma de pez). Sin embargo, la materia infi- nita abarca todas las dimensiones, y está sobre ellas porque es abso- luta respecto a cualquier dimensión; la materia infinita es en sí indivisible, no posee específicamente las dimensiones, sino que éstas brotan en su núcleo, ya que, en potencia, las tiene todas y tiene la capacidad de recibir cualquier tipo de forma 74 . La materia infinita, substrato único, nada tiene que ver con la multiplicidad física, porque la presupone. Lo múltiple admite un quid indistinto o la materia infinita que se especifica en lo múltiple como materia corpórea e incorpórea. Lo incorpóreo tiene materia porque el ser acto (forma) acepta el poder ser (materia). Si la reali- dad física imita y es imagen de la realidad inteligible, y si la realidad física está constituida por materia y forma, entonces también lo inte- ligible consta de materia y forma. Ahora bien, en la realidad inteligi- ble, la materia recibe una forma única, un acto definitivo, en virtud de lo que su composición es eterna e inmutable; en la realidad física, la composición es efímera y disoluble, ya que la materia cons- tantemente se une y se separa de distintas formas. Por su parte, la unidad absoluta ni presupone ni posee nada previo a sí misma, puesto que en ella esencia y ser, acto y potencia, lo determinado e indeterminado, coinciden radicalmente. La materia corpórea del universo acoge todas las formas posi- bles y deviene en acto todo lo que puede devenir en la revolución 112 MONTSERRAT BARTOLOMÉ LUISES 73 G. BRUNO, O. c. , 305: “Ma questa verità non potrà esser capita da tutti, perché è pur arduo a capire il modo con cui s’abbiano tutte le specie di dimensioni e nulla di quelle, aver tutto l’esser formale e non aver nessuno essere forma”. Cf. la traducción de I. Gómez de Liaño en o. c. , 117. Véase A. Guzzo, O. c. , 180-182, notas 69, 72 y 79. 74 Cf. G. BRUNO, O. c. , 305-306; I. Gómez de Liaño, O. c. , 116 y 245, notas 19 y 51.

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