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dimensional. En la existencia incorporal, la contracción no es tal, puesto que la existencia material es infinita y absoluta: no se cuanti- fica, carece de extensión, de propiedades y de dimensiones. Esta materia, por ser actualmente todo lo que puede ser, tiene todas las medidas, todas las especies de figuras y de dimensiones; y porque las tiene todas, ninguna tiene, porque lo que es tantas cosas diversas, es necesario que no sea alguna de aquellas cosas particulares. A lo que es todo conviene que excluya todo ser par- ticular 71 . La materia infinita posee toda particularidad, y no es ninguna cosa particular sino todo: es en acto todo aquello que puede ser. La materia en la existencia incorporal es acto: la potencia de ser se identifica con el ser o hay coincidencia entre la escala del poder ser y la del ser. Esta materia es acto y forma: en la potencia y en el acto absolutos no hay distinciones, la materia o forma abarca toda propiedad y toda figura, pero ni tiene ni es ninguna de ellas. En la escala de la naturaleza, la razón formal asciende de la misma manera que la razón material. La materia infinita, acto y forma, indi- visible, unidad y simplicidad máximas, comprende todo ser natural e intelectual, comprende todo aquello que puede ser 72 . La materia infinita, genérica, indistinta, no especificada, absolu- tamente universal, puede devenir en dos especies de substancias: la materia sensible o corpórea y la materia inteligible o incorpórea. Sin especificación, la materia es no sólo potencia de un acto único y universal, sino también sujeto de una forma única y universal; y acto, forma y materia son principios transcendentales ( ens , unitas , unum , res , aliquid ), independientes de la especificación de lo cor- póreo e incorpóreo y convenientes —como determinaciones univer- sales— para cualquier substancia. A la materia incorpórea y corpó- rea corresponden las formas substanciales o determinantes LA MATERIA INFINITA EN LA ONTOLOGÍA DE BRUNO 111 71 G. BRUNO, O. c. , 304: “Quella materia per esser attualmente tutto quello che può essere, ha tutte le misure, ha tutte le specie di figure e di dimensioni; e per- ché le ave tutte, non ne ha nessuna, perché quello che è tante cose diverse, bisogna che non sia alcuna di quelle particolari. Conviene a quello che è tutto, che escluda ogni essere particolare”. Cf. la traducción de I. Gómez de Liaño en O. c. , 116-117. 72 Cf. G. BRUNO, O. c. , 304-305.