NG200501002

3. MATERIA INFINITA En las partes que integran el universo hay una gradación ascendente, que va de los entes inferiores a la entidad superior y unidad máxima, de los grados inferiores o compuestos a los grados simples o intermedios, hasta llegar al grado absoluto y supremo. Este proceso de ascenso hacia lo sumo conlleva una regularidad, una interdependencia, interrelación y coparticipación de todo lo existente. Esta escala entitativa necesita un principio de conserva- ción, indistinto y esencia general, subyacente en todo lo existente y particular 64 . Es necesario, pues, que sea una cosa que responda a la razón común de uno y otro sujeto, porque toda esencia está necesaria- mente fundada sobre algún ser, excepto la esencia primera, que es idéntica a su ser, porque su potencia es su acto, porque es todo lo que puede ser,... 65 . Este principio es el principio material o sujeto de todo lo exis- tente que, entendido como esencia común y no primera, necesita establecerse sobre cualquier ser, ya que este substrato material o potencial no se identifica absolutamente con el acto. Para Bruno 66 , la multiplicidad corporal y material (grados inferiores de la natura- leza) participa de la formal y de lo incorporal (grados superiores de la naturaleza) y a la inversa. Pero la materia entendida bajo la unidad (divina y cósmica) es sujeto, substrato uniforme, informe y totalidad inextensa, en la que confluyen distintos aspectos y diferentes formas; y esta materia como sujeto fundamenta la unidad del universo. Únicamente hay una materia, una potencia, que se ajusta tanto a las substancias cor- porales (poseen el ser gracias a la potencia) como a las incorporales LA MATERIA INFINITA EN LA ONTOLOGÍA DE BRUNO 109 64 Cf. G. BRUNO, De la causa, principio e uno , cit., 298. 65 G. BRUNO, o. c. , 298-299: “Bisogna dunque che sia una cosa che risponde alla raggione comune de l’uno e l’altro soggetto; perché ogni essenzia necessaria- mente è fondata sopra qualche essere, eccetto che quella prima, che è il medesimo con il suo essere, perché la sua potenzia è il suo atto, perché è tutto quel che può essere,...”. Cf. la traducción de I. Gómez de Liaño en o. c. , 112-113. Para Bruno ( O. c. , 298), el opuesto ser y no-ser no obedece a una distinción real. 66 G. BRUNO, O. c. , 299.

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