NG200501002
(unidad metafísica absoluta). A pesar de que la infinita potencia divina es tal que no es susceptible de definición, sí se puede afirmar que la potencia divina y la naturaleza coinciden 62 : la potencia en relación con lo absoluto y con lo natural representa lo que se puede hacer; sin embargo, la potencia en cuanto ordenada y limitada no conlleva hacer cuanto se puede sino cuanto se quiere 63 . En definitiva, Bruno afirma la potencia absoluta o la identidad absoluta entre potencia pasiva y potencia activa en el primer princi- pio. Poder ser todo es, en la unidad divina, exactamente igual que ser todo, porque como es todo, su ser comprende todo lo que puede ser: potencia y acto absolutos no se diferencian. La pura potencia pasiva, la materia, se vincula, por la unidad cósmica o alma del universo, a la potencia activa y acto puro; en la escala vital del universo todo está conectado por un juego de luces y sombras, cuyo origen es la luz infinita y absoluta, por la que todo puede ser por- que ella es acto absoluto. Sin embargo, lo condicionado, los seres particulares, la pluralidad derivada de la unidad complicada, es acto limitado, es ser relativo, es únicamente lo que puede ser, puede dejar de ser y no es plena posibilidad, de modo que potencia y acto no son identidad plena. Este es el motivo por el cual el universo — como unidad que contiene múltiples e innumerables partes—, no es indistintamente potencia y acto puros. El universo admite la coinci- dencia entre potencia y acto como espejo de lo absoluto, porque es todo lo que puede ser independientemente de la actualización de sus partes, de suerte que lo absoluto se identifica con su imagen viviente más perfecta y excelsa. Tras todo lo expuesto, se puede afirmar que la posibilidad, la potencia, tiene un carácter de superioridad en su relación con el acto. Lo posible lleva implícita una mayor capacidad existencial que la exis- tencia, porque lo que es en acto está condicionado y determinado, pero lo que es en potencia (pasiva o activa) carece de determinación y condición. De algún modo, lo posible supera lo real; el universo es real y Dios es realidad absoluta, y ambos son todo lo posible. La máxima representación de la posibilidad es la unidad divina. De aquí se deduce que la materia adquiere tanta importancia como la forma. 108 MONTSERRAT BARTOLOMÉ LUISES 62 Cf. G. BRUNO, De immenso et innumerabilibus , cit., I, 1, liber I, 235. 63 Cf. G. BRUNO, Summa terminorum metaphysicorum , cit., I, 4, 29.
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