NG200501002
intrínseco y formal del mundo), ya que ésta es la forma del cosmos. Pero el intelecto universal es también causa eficiente extrínseca, y aunque su acción se relacione con los efectos producidos, no forma parte de éstos ni de su composición, porque, desde el punto de vista extrínseco, la existencia del eficiente universal es diferente de la existencia de lo que es, esencialmente, alterable y generable 22 . La causa eficiente debe ser infinita porque es máxima magnifi- cencia y bondad. La causa eficiente infinita, plena bondad que todo lo puede, dona toda la materia necesaria a los innumerables astros, por lo que éstos, como efectos suyos, deben ser perfectos. A una infinita y perfecta causa debe corresponder un infinito y perfecto efecto, de suerte que no hay diferencia entre potencia, materia, espacio y causa eficiente 23 . La causa eficiente infinita (unidad pri- mera) sería incompleta sin el efecto infinito (unidad segunda) 24 . Infi- nitos mundos y estrellas, en un espacio inmenso y etéreo sin moto- res ni límite esférico, mantienen las distancias adecuadas según la participación vital de cada uno de ellos; y, por ser vestigio e infinito efecto del “infinito vigor”, representan la magnificencia y excelencia de su infinita causa. Lo divino está con nosotros más que lo humano 25 . Hay que distinguir entre causas eficientes particulares o natura- les y causa eficiente universal. Las primeras tienen que ver con infi- nitos actos y acciones temporales, la segunda es intemporal y su infinito efecto y eterno acto son unitarios. Evidentemente, las prime- ras dependen de la segunda 26 . Junto a la causa eficiente debe considerarse la causa formal, ya que el eficiente como intelecto concibe la forma del efecto que pro- ducirá. 96 MONTSERRAT BARTOLOMÉ LUISES 22 Cf. G. BRUNO, De la causa, principio e uno , cit., 231-234. 23 Cf. G. BRUNO, De immenso et innumerabilibus , cit., I, 1, liber I, 235 y 239. 24 Cf. G. BRUNO, De l’infinito, universo e mondi , cit., 350. La unidad divina es considerada ( De immenso et innumerabilibus , cit., I, 2, liber VII, 281) como Padre eficiente del universo. 25 Cf. G. BRUNO, La Cena de le Ceneri , en Dialoghi italiani. I. Dialoghi metafisici. II. Dialoghi morali , cit., 34. 26 Cf. G. BRUNO, Spaccio de la bestia trionfante , en Dialoghi italiani. I. Dialoghi metafisici. II. Dialoghi morali , cit., 640-641.
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