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El abismo existente entre el momento original y el actual, ha instalado al hombre en una situación muy diferente a la que gozaba en aquel tiempo . Por tanto, esta ruptura ha supuesto para el pemón “un estar siempre asediado por la preocupación, la incertidumbre, el miedo a ser afectado por el Imoronek irremediable de cualquiera de esos seres naturalmente adversos, que acechan inmisericordes para causarte el mal” 140 . Para evitar estar sometido a la influencia peligrosa todos los seres de su hábitat que tienen imoronek , el pemón ha de estar pre- venido de cualquier mal haciendo uso de los remedios y prescrip- ciones otorgadas por los antepasados 141 . De ahí que el pemón como hombre religioso 142 elige un modo específico de permanecer en el cosmos, asumiendo siempre la existencia de una realidad absoluta, lo sagrado. Aunque no pertenece a este mundo, en él se revela san- tificándolo y haciéndolo real 143 ; teniendo la esperanza de retornar este ahora ( sereware ) a la situación inicial del pia daktai , cuando “todas las cosas, sin dejar una, eran persona” 144 . III. RELIGIOSIDAD PEMÓN 1. M ITOLOGÍA ORIGINAL 1.1. Envidia primigenia (Makunaima) Según la mitología pemón, el mal se introdujo en el cosmos por la envidia de los Makunaima . A semejanza con aquel tiempo , ahora la maldad entre los hombres también nace de la envidia. Esta degeneración del mundo se llevó a cabo, cual onda expansiva, por otros seres de torcido corazón que siguieron el ejemplo de los Makunaima ; aquellos llegaron a multiplicar la actividad maléfica hasta degradar al resto de los seres de su personal condición 145 . LA CULTURA PEMÓN Y LA DRAMÁTICA IRRUPCIÓN DE LO SAGRADO 49 140 M. GUTIÉRREZ SALAZAR, Los Pemones , 107. El subrayado es del texto. 141 Cf. I D ., Cultura Pemón , 17. 142 Cf. G.D. ALLES, Homo religiosus , en M. ELIADE (ed.), The Enciclopedia of Reli- gion , VI, New York-London 1987, 442-445. 143 Cf. M. ELIADE, Lo sagrado y lo profano , 170. 144 M. GUTIÉRREZ SALAZAR, Cultura Pemón , 13. 145 Cf. ib. , 15.