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regeneración temporal es la que permite vivenciar con mayor inten- sidad los acontecimientos significativos que narran. Es más, “el hom- bre está obligado a regresar a los actos del antepasado… para no olvidarlos, independientemente del camino elegido para llevar a cabo este regressus ad originem ” 93 . 1.2. Código ético Gran parte del modelo pedagógico pemón se encuentra cen- trado en la enseñanza de su propio código ético. Ello se debe a la importancia que le otorgan a las relaciones inter-personales . Relacio- nes que se extienden tanto a los demás hombres como a todos los seres de su hábitat 94 ; porque en el tiempo de los ancestros ( pia dak- tai ), cuando la totalidad de la realidad era buena, todo lo viviente era persona. Por eso, suelen decir bastante convencidos de ello, que en el tiempo de los ancestros iniciales todos los seres, sin dejar uno, eran como los pemones, es decir, personas 95 . Mientras que en el proceso práctico de endoculturación sola- mente basta con la simple imitación de las diversas actividades que realizan los adultos, dependiendo del sexo, dentro del marco de la naturaleza; “en lo referente a las relaciones con los otros habrá que recurrir a experiencias pasadas que tienen siempre valor educativo para los posteriores” 96 . De ahí, la estrecha vinculación que existe entre la escenificación de los hechos ocurridos in illo tempore y la regulación del comportamiento hacia los demás. Pues dicha narra- ción mítica constituye un modelo ejemplarizante para cualquier miembro del pueblo pemón; de esta forma, el enunciado adquiere un estatuto de obligatoriedad. Así, una vez transcurrido el tiempo, el pemón, con la participa- ción activa amén de la fuerza persuasiva que los ancianos imprimen a los relatos, “ha ido asimilando la sabiduría del grupo…, y con ello se ha formado una conciencia personal perfectamente adiestrada para dirigir todas sus conductas haciéndole distinguir lo bueno de lo 40 RAFAEL CASTILLO VELANDIA 93 M. ELIADE, Mitos, sueños y misterios , 55. El subrayado pertenece al texto. 94 Cf. M. GUTIÉRREZ SALAZAR, Los Pemones , 120. 95 Cf. I D ., Los pemones y su código ético , 25-26. Lo que los ancianos suelen decir cuando narran la condición personal de todos los seres vivos en aquel tiempo es: “ piato daktai, teukin tenonkai pra, tukare re ichipoe pemonpe” : Ib., 70. 96 Ib. , 90.

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