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para la novia como para los padres. Al ser recibidas estas dádivas es una clara manifestación de aceptación. Mientras se alarga el período de cortejo, la joven y sus padres examinan las cualidades del futuro marido; entre las que se podría destacar: que sepa cultivar la tierra, construir sus viviendas, confeccionar utensilios caseros y sobre todo que sea un buen cazador y pescador 68 . El embarazo de la mujer es cuidado con recelo, ya que el ser que nacerá constituye la parte más débil de sus padres. Pues en el substrato ideológico pemón existe una unidad directa entre los pro- genitores y su descendencia. De hecho, a los hijos se les considera como una extensión de los padres 69 . Por eso para el bien del futuro hijo, tanto la mujer como el hombre deben guardar una serie de prescripciones que van desde lo alimenticio hasta el modo de reali- zar las tareas más habituales 70 . Todo lo referente al parto es obliga- ción exclusiva de las mujeres. Al acercarse el momento del alumbra- miento, la futura madre era asistida por su progenitora, la suegra o cualquier mujer con más experiencia. Una vez que el niño haya nacido no se separará de su madre ni un instante hasta que, seguro de sí mismo, pueda caminar 71 . La distinción de roles dentro de la cultura pemón se realiza en conformidad con las categorías de sexo y edad. En este sentido, al adulto varón le corresponde entre otras cosas: la tala y siembra del conuco, la fabricación de utensilios de trabajo y la tarea de formar un nuevo hogar, responsabilidad de gran importancia para la subsis- tencia de la vitalidad familiar. Entre los factores que los pemones encuentran para potenciar la transmisión de la vida a través de la proliferación de hijos, se hallan los siguientes: la necesidad de mano de obra para las actividades del campo y las periódicas enfermeda- des que suelen mermar la población infantil 72 . LA CULTURA PEMÓN Y LA DRAMÁTICA IRRUPCIÓN DE LO SAGRADO 35 68 Para más información sobre las actividades exigidas a los pretendientes por parte de la familia de la novia, cf. M. GUTIÉRREZ SALAZAR, Los pemones y su código ético , 38. 69 Cf. I D ., Los Pemones , 116. 70 Sobre las variadas prescripciones que deben observar tanto el padre como la madre para asegurar la buena procreación (eugenesia), y así preservar al futuro miembro de alguna influencia maléfica para garantizar su buen desarrollo, cf. CESÁREO DE ARME- LLADA, Los indios pemones de la Gran Sabana: ¿Qué es eso de la couvade y el asarakpué de los indios? , en Venezuela Misionera 87 (1946) 114-117. 71 Cf. D. THOMAS, O. c., 349-350. 72 Cf. M. GUTIÉRREZ SALAZAR, Los pemones y su código ético , 34.