NG200403025

amparados con el amparo de vuestra santidad y Santa Silla Apostólica, cuyos obedientissimos hijos somos por la misericordia de Dios, y creyendo que el rey se ternia por muy servido, pues desto se sigue tan universal provecho a toda Españya, y en especial a nuestra seraphica Orden, a la qual el rey con santo zelo en el anyo de LXXIIII procuró reformar en la Andaluzia, y con esta seguridad hizimos nuestro provincial y le dimos la obediencia conforme a los dichos breves, y nos emos esforçado con el divino favor a bivir de manera que los perlados y vissoreyes destos reynos y los seglares están bien edificados en nuestra manera de proceder, y tenemos toda consolación spiritual, viendo que guardamos enteramente nuestro instituto. Pero el comissario general y provinciales destos reynos de observantes non cessan de inquietarnos, imponiendonos cosas tales delante del rey, que siendo el unico refugio que pensavamos tener, ha mandado a ora al vissorey y arçobispo deste reyno, que de nues- tras personas y casas recoletas, que ab antiquo teniamos a la obe- diencia del provincial de observantes, refiriendo en el motivo de sus cartas que tenia entendido que nosotros innovavamos, tomando conventos de nuevo y que yvamos per los caminos, prendiendo y haziendo fuerça a los observantes, yendo con armas, causando gran- des escándalos. Siendo, come es la verdad, que todo esto es lo proprio que con- tra nosotros han hecho los observantes, por que tiniendonos cerca- das las casas por muchos tiempos, muchos observantes, con armas y arcabuçes y prendiendonos por los caminos y escalando los nues- tros conventos, rompiendo paredes y entrando come entraron en Sant Sebastian de Cocentayna clandestine, con trayción, muchos observantes con spadas deznudas, diziendo a boz en grito Mueran los recoletos , y prendiendo y atando a todos los frailes recoletos, tomando los almoyneros, por que no nos tucxesen de comer, cau- sando en esto y otras cosas grandes escandalos, atreivendose a dezir algunos que acabarian con el rey, de que nos desharia toda la reco- letión y publicando nos per publicos descomulgados, porque havia- mos exequtado el breve de vuestra santidad; llegó a tanto esta persequción, que los virrey y consejeros, movidos de su charidad, viendo nos padeçer tanto y que a todo bolviamos bien por mal, por que no nos prendiesen por hambre, pusieron un alguazil real en 988 VINCENZO CRISCUOLO

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