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alguna forma se inspiraban en su forma de vida. Es la llamada Formula vitae de Hugolino, más conocida como la Regla Hugoliniana 9 . Se trata de un documento destinado a dar un respal- do jurídico a las varias experiencias de vida religiosa que estaban surgiendo especialmente en varias partes de Umbría y Toscana simi- lares a la de las Damianitas. Además del tono marcadamente estatu- tario, el documento tenía una evidente inspiración monástica, que desconocía por completo el espíritu que animaba la forma de vida querida por la fiel discípula de Francisco. En materia de pobreza mitigaba la «excesiva» austeridad del ideal clariano y, sobre todo, buscaba asegurar su forma de subsistencia mediante la posesión de terrenos. Este documento, que es considerado como el tercer paso en la génesis de la RegC , ejerció un fuerte influjo en ella debido en especial a dos factores: el papel de primer orden que tenía el car- denal Hugolino en la vida de la Iglesia, —sobre todo después de su elección como Papa bajo el nombre de Gregorio IX— y el largo perí- odo de vigencia, es decir, hasta cuando en 1247 Inocencio IV impu- so su Regla. Es necesario, sin embargo, dejar en claro, por una parte, que esta Formula vitae no afectó en nada «las observancias de S. Damián» en materia de pobreza, pues allí se guiaban por el Privilegium paupertatis pontificio, el cual poco a poco fue concedi- do a otros monasterios (Monticelli de Florencia, S. Francisco de Praga,...); por otra parte, con el pasar de los años, en varios monas- terios le fueron introducidas varias mitigaciones a la Formula Hugoliniana, hasta el punto que se creó una gran confusión. Durante la vigencia de la Formula Hugoliniana aparecieron al menos dos textos que merecen nuestra atención, pues de alguna manera incidieron en el proceso redaccional de la RegC . El primero es el pequeño testamento que Francisco dictó desde su lecho de muerte para Clara y sus hermanas, conocido como la Ultima volun- tas ; se trata de un texto breve pero de gran densidad, en el que el Santo las exhorta a perseverar hasta el fin en la vida de santísima pobreza; fue considerado tan importante, que la Santa lo incluyó en el cap. VI de la Regla. El segundo es la ratificación hecha por el Papa LA FORMA VITAE SORORUM PAUPERUM 915 9 Hay dos versiones de este documento en el Bullarium Franciscanum [ BullFranc ] I, 263-267 y en 394-399, de las cuales la segunda parece ser la más anti- gua. Sobre las más antiguas copias de esta Regla cf. lo escrito por nosotros en « El iter histórico de la Regla de santa Clara », 419.