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año siguiente por el Delegado pontificio, muchas de cuyas normas quedaron incorporadas en la RegC . Tal vez el momento más significativo de la génesis redaccional se produjo poco después de que Francisco obtuvo de Honorio III, en noviembre de 1223, la aprobación de la Regla para la Orden de los Hermanos Menores por él fundada. Bajo el impacto de este hecho y tomando como punto de referencia la RegB , se pudo haber redactado la parte más extensa de RegC , aunque todavía no defini- tiva ni aprobada oficialmente por la Sede Apostólica. Este texto debió ser el punto de referencia al menos para el monasterio de S. Damián. Así lo darían a entender ciertas afirmaciones de algunos documentos pontificios posteriores, especialmente la bula Angelis gaudium de Gregorio IX, aunque un tanto vagas, sobre la «Regla», aceptada por Francisco y «observada» y «profesada» por Clara y sus hermanas. Las afirmaciones de Tomás de Celano en su Memoriale propo- siti , un documento hagiográfico y no jurídico, hacen suponer que, al momento de ser escrito (1247), ya existía la parte inicial del actual capítulo VI de la RegC . Se trata del relato hecho por la Fundadora sobre las tribulaciones padecidas por ella y sus primeras hermanas en los momentos iniciales de su conversión; en él recuerda también el apoyo espiritual que les prometió Francisco, tal como aparece narrado en la 2Celano . La intervención de Francisco en dicho proceso redaccional, ya mencionado varias veces en los pasos precedentes, habría sido reco- nocido oficialmente tanto por el cardenal Rainerio como por el mismo Papa Inocencio IV en la bula Solet annuere que introduce la versión definitiva de la Regla. Como hemos señalado, no cabe duda que el momento más sig- nificativo de este proceso es el de la redacción hecha en 1224 de la RegC , según la afirmación y el texto publicado por Wadding en Annales Minorum y reconocido por Lazzeri como «auténtico y pri- mitivo» 46 . No podemos negar que los datos aportados por el analis- 930 FERNANDO URIBE 46 «Dunque il testo della Regola datoci dal Waddingo stesso del ’24, è certo un testo autentico e primitivo, ed è tuttavia quello stesso del ’53, con qualche aggiun- ta o modifica prese dal Tetamento di S. Chiara» (Z. L AZZERI , La «Forma vitae» di S. Chiara e le regole sue e del suo ordine, 86); «La Regola di S. Chiara del 1253 non è

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