NG200403023

alfarero (Gn 2,7ss), del Dios abandonado, burlado (Os 2,4ss; 11,1ss; Jer 2,11-13) y hasta cuestionado (Is 49,14; 50,2) por su «minoridad» (Ez 18,29). A Dios le gusta trabajar, hacer sus mejores obras con material frágil. «Formó al hombre con polvo del suelo...» (Gn 2,7). La elección de Israel como «su» pueblo no se debió a su calidad ética o numéri- ca (Dt 9,4.6), sino por puro amor (Dt, 7,7-8). Y «llegada la plenitud de los tiempos, envió a su Hijo, nacido de una mujer...»(Ga 4,4), quien «se despojó de su rango, tomando condición de siervo» (Flp 2,7) y «siendo rico, se hizo pobre por nosotros» (2Cor 8,9). Sí, «Dios ha escogido lo débil» (1Cor 1,27; cf St 2,5). El mismo Jesús se felicitó y felicitó al Padre por esa opción (Mt 11,25). María engrandece al Señor, «porque ha mirado la pequeñez de su sierva» (Lc 1,46-48), y Pablo con sumo gusto se gloría en su debilidad, «para que habite en mí la fuerza de Cristo» (2Cor 12,10). Los testimonios bíblicos podría, alargarse. La opción de Dios y su estilo están claros. Opción y estilo que, frecuentemente, contras- tan con los nuestros. La debilidad, propia y ajena, nos desestabiliza y angustia. Evaluamos y sobrevaloramos nuestros haberes y saberes (cf. Sal 20,8)... Pretendemos construir el Reino de Dios con «otros» materia- les; pretendemos seguir a Jesús con «otros» estilos y contenidos... Nos cuesta asumir la realidad; preferimos cubrirla o ignorarla con planteamientos equivocados, que no son sino huidas hacia ade- lante (mejor, hacia ninguna parte o hacia el vacío). Hemos de asumir nuestro barro, nuestra precariedad, con sere- nidad y gratitud- («Señor, nosotros somos la arcilla, y tú nuestro alfa- rero, la hechura de tus manos» Is 64,7)-; entonces percibiremos que «el Espíritu de Dios viene en ayuda de nuestra debilidad» (Rom 8,26). LOS «MENORES» EN EL AT Si bien, «minoridad» es un término extraño al AT, la realidad que entraña no lo es. Ésta queda muy bien definida y visualizada en la figura de los «´anawim», los «pobres de Yahvéh», cuyo perfil aparece 886 DOMINGO MONTERO