NG200403023

« Te basta mi gracia, que mi fuerza —y la del evangelio— se muestra perfecta en la debilidad» advirtió el Señor a Pablo (2Cor 12,9). Frente a la obsesión por «los medios», que no pocas veces se convierten en fines, Jesús subraya la sencillez, el ir a cuerpo des- cubierto, sabiendo que Dios tiene providencia de sus mensajeros. Quiso una perfecta simetría entre el mensaje — la buena noticia de un Dios volcado hacia el pobre— y el bagaje del evangeliza- dor — ir como pobres—, despreocupados por la «eficacia», ya que al discípulo no se le pide tanto que sea «eficaz» cuanto que sea «fiel», también en las formas diseñadas por Jesús para anunciar su mensaje. Hoy, cuando tanto se habla de «la nueva evangelización», quizá fuera conveniente no olvidar « los modos « y el estilo de « la prime- ra evangelización «, no sea que, pretendiendo ser originales, nos ale- jemos del origen, anunciando «un evangelio distinto» (cf. Gal 1,6-9) y de manera tan distinta que sea irreconocible. 9) L A POBREZA - MINORIDAD DE J ESÚS , ENRIQUECEDORA DE LA EXISTENCIA « Conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, para enriqueceros con su pobreza » (2Cor 8,9). Efectivamente, la pobreza-kénosis de Cristo (Flp 2,6-7) fue punto de partida para su enriquecimiento personal (Flp 2, 9-11), y para el nuestro (Ef 1,5; Col 2,9). La pobreza evangélica, como la minoridad, no pueden signifi- car un empobrecimiento. En la llamada de Jesús al desprendimien- to de las riquezas (cf. Mc 10,21) se subraya este aspecto enriquecedor de la pobreza a dos niveles, el enriquecimiento per- sonal: « así tendrás un tesoro en el cielo », y el enriquecimiento de la existencia de los más necesitados: « dalo a los pobres » 14 . 908 DOMINGO MONTERO 14 Francisco de Asís, comentando la pobreza del Señor, que «se hizo pobre por nosotros en este mundo» (cf. 2Cor 8,9), afirma: «Esta es la excelencia de la altí- sima pobreza, la que a vosotros, mis queridísimos hermanos, os ha constituido en herederos y reyes del reino de los cielos, os ha hecho pobres en cosas y os ha subli-