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ver) y el calvario, donde él se entregará, «en provecho de todos», «para remisión de los pecados» (las afinidades con el lenguaje euca- rístico son evidentes) 12 . Dios no sólo hecho hombre, sino a los pies del hombre y lavan- do sus pies: eso y ése es Jesucristo. Es la caída más importante de la historia, y la que levanta al hombre de sus caídas. Un Dios así, ¿es creíble? En todo caso es un Dios en postura incómoda. Porque ahí se está produciendo un cambio trascendental de valores y posiciones. Un cambio obligatorio, porque quien no entre por ahí, quien no se deje lavar así y no lave los pies así, no tendrá parte con Cristo 4) S U MUERTE La muerte de Jesús es el exponente supremo de su camino humano en minoridad y pobreza. En ella experimenta el abandono de Dios (Mc 15,35), el abandono de los suyos (Mc 14,50) y el aban- dono de la legalidad vigente, tanto judía como romana (Mc 14,53- 15,32). Muere sin derechos reconocidos, desnudo, con una muerte afrentosa, la crucifixión. Y evita la infamia de ser arrojado a una fosa común por la intervención, a última hora, de un amigo clandestino (Mc 15,42-47; Jn 19,38). 5) S U PREDICACIÓN En su predicación Jesús dejó también formulado su pensamien- to respecto de los menores y la minoridad. Como decía más arriba, sin pretender ser exhaustivo, en un tema tan amplio, a modo de referencias iluminadoras pueden subrayarse: 892 DOMINGO MONTERO 12 Suele distinguirse en el actual relato joánico dos versiones, originalmente distintas. Una (13,6-11), llamada A, de tono cristológico-sotereológico, reservada a Cristo, y otra (13,12-20), llamada B, de tono eclesiológico-pastoral, programática para los discípulos. Advertirlo es interesante, pero no lo es menos subrayar la opción del autor del cuarto evangelio, presentándolas profundamente unidas. En el lavatorio hay una revelación (A) y una lección (B).

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