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otro, la compasión habrá de considerarse un «multiplicador de la miseria» y un factor favorable a la decadencia de la vitalidad, como se sostiene en El Anticristo . Con estos antecedentes, se entenderá que Scheler insista repe- tidamente en que simpatía y contagio afectivo son esencialmente distintos. Más aún, son incompatibles, pues lo característico de la simpatía es dirigirse a un sentimiento ajeno como ajeno, sin que sea necesario que lo compartamos; mientras que lo propio del contagio es vivir el sentimiento contagiado como propio, sin que tengamos que ser conscientes de su origen. La cuarta y última forma de la simpatía distinguida por Scheler es la «unificación afectiva» ( Einsfühlung ). Se trata de un tipo extre- mo de contagio afectivo, y de hecho presenta rasgos típicos de éste, como el carácter involuntario e inconsciente o el ser incompatible con la simpatía en sentido estricto. La diferencia entre el contagio afectivo, antes considerado, y la unificación afectiva estriba en que, si en el contagio se vive como propio un determinado sentimiento ajeno, en la unificación el yo ajeno en su conjunto se identifica con el propio. Esto puede ocurrir de dos formas, según que el yo pro- pio absorba al ajeno (unificación idiopática) o bien ocurra a la inver- sa (unificación heteropática) 8 . El concepto de unificación afectiva comprende una amplia gama de fenómenos emocionales descritos por la etnografía, la psi- copatología, la fenomenología de la religión o incluso la entomolo- gía. Entre la plétora de ejemplos propuestos por Scheler, e incluso analizados por él con algún detenimiento, se encuentran la identifi- cación del hombre primitivo con un ejemplar de la especie totémi- ca, la identificación del iniciado en los cultos mistéricos con el dios, la hipnosis, el sado-masoquismo, la identificación de la masa con su líder, ciertas formas del juego infantil o ciertas conductas observadas en numerosas especies animales, por ejemplo en algunas especies de himenópteros. SAN FRANCISCO DE ASÍS VISTO POR MAX SCHELER 829 8 En otra dirección distinta, cabe distinguir la identificación de existencias ( Daseinsidentität ) de la identificación esencial ( Soseinsidentität ). La identificación con el «santo original», antes considerada, es del segundo tipo.

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