NG200403019
todo lo que esto comporta de amor y donación total de sí, precisa- mente gracias a su identidad como menor, con todo lo que esto comporta de pobreza interior, de humildad, de sencillez y de servi- cialidad. Aproximación a la “gracia” de Francisco La pregunta de fondo es ésta: ¿Cuál ha sido el proceso interior de Francisco para lograr que esa estructura natural suya, ambivalen- te y contrastante, haya hecho posible la construcción de un “hom- bre nuevo”, llegando sobre todo a reordenar en positivo el lado conflictivo y frenante de su personalidad? ¿Cómo se ha replanteado su vida correspondiendo a la acción de la gracia desde su misma identidad humana? Adoptando una dialéctica extremadamente sen- cilla, unificante y linear. Con este fundamental objetivo: dar sentido a su vida liberándose de sí mismo para dar lo mejor de su persona a Dios y, desde Él y por Él, a los demás y a todas sus creaturas, a la luz de “la vida del Evangelio de Jesucristo” 50 . Este programa de “humanismo cristiano”, que asume Francisco como respuesta a su vocación, tiene un nombre: conversión formativa permanente. Mediante esta tarea de autoeducación continua, la vida de un tiem- po de Francisco se recompone y rehace cada día hasta llegar a cons- truir un todo armonioso y superior. Sin entrar en detalles, para comprender lo esencial de ese iti- nerario pedagógico del “hombre nuevo” Francisco creo que basta enumerar unas pocas experiencias claves del período inicial de su “conversión”, que dejan definitivamente huella para el resto de su vida: la experiencia de la “cruz” y la experiencia de tres “encuen- tros”. La experiencia de la cruz comienza en serio a reelaborar su personalidad por dentro con tres “heridas luminosas”: la experiencia de su enfermedad en Asís, la experiencia de su prisión en Perusa y la experiencia de la tenaz incomprensión familiar. Estos tres “golpes de la gracia” pueden considerarse otras tantas “roturas” que desar- man por dentro los sueños pasados de Francisco, pero son, sobre todo, el presupuesto para madurarse y crecer, según el Evangelio, facilitándole el acceso a una profunda libertad interior que le ilumi- NATURALEZA Y GRACIA EN SAN FRANCISCO DE ASÍS 807 50 SAN FRANCISCO, Primera Regla. Prólogo, en Escritos 91. Cf. D. DOZZI, Il hangelo nella Regola non bollata di Francesco d’ Assisi (Roma 1989).
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