NG200403018

saber del no saber y de saber por qué no sabe» 9 . Es decir, que las ciencias naturales se quedan últimamente abiertas ante el misterio. Y precisamente, para dicho autor, la concepción escotista de la ‘potencia’, la libertad y el amor sería la expresión metafísica y teo- lógica más apropiada para entender de algún modo esta realidad humana y divina 10 . Este «excursus» vale para todos los razonamientos teológicos respecto de la revelación. Las razones naturales resultan un sinsen- tido si se quedan en sí mismas sin aceptar el misterio. Es por lo que un pensamiento demasiado apegado a la razón natural podría sen- tirse nervioso, por ejemplo en el caso del pecado original, ante la variación nueva de las dificultades ‘naturales’ de siempre —que Pelagio percibió tan vivamente -, conduciendo al error clásico de «arrojar al niño con el agua en la que se le quiso lavar». Los que, en este caso, piensan purificar el mensaje cristiano de una idea supues- tamente equivocada desde S. Agustín, corren el riesgo de destruir todo lo anterior y lo que quedaría para el futuro. La facilidad de ir echando todo lo difícil en el caldero del simbolismo o, peor todavía, del «mito» puede llegar con toda lógica a volatilizar lo objetivo de la verdad cristiana dejándola en el desamparo de un subjetivismo total —«un renacimiento de la tragedia griega» que diría González- Faus 11 — y, además, sin el mérito de decir algo nuevo. Lo menos que se puede afirmar ya ‘a priori’, es que a tal ideología, acogida exclu- sivamente a la dimensión de un razonamiento natural, le falta el sen- tido del misterio, si no la fidelidad al Magisterio solemne de la Iglesia. El destino sobrenatural del hombre, que se cifra en la acogida libre de Dios, no es consecuencia de una evolución natural desde los prehomínides. Es el momento de conexión con el misterio donde se da esa alternativa —primero en el ángel y luego en el hombre— de una oposición al destino querido por Dios, generando negativa- mente el mal en la creación originalmente buena. EL PECADO ORIGINAL EN LECTURA ESCOTISTA 753 9 ID., ib ., 384 y ss. 10 Ib ., 371-375. 11 «...tal vez el abandono del p.o. no llevaría a la transformación de la visión cristiana, sino a... un renacimiento de la tragedia griega». J. I. G ONZÁLEZ F AUS , Proyecto de hermano. Visión creyente del hombre (Santander 1987) 304.

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