NG200403018

Sigue un repaso minucioso de las implicaciones y dificultades de la cuestión, en que la sutileza y dureza de estilo de Escoto no invitan a solazarse con un discurso fácil y una lectura fluida. Pero hace ver con precisión lo inaceptable de un pecado original que estuviera constituido por elementos físicos o defectos naturales, para concluir de nuevo en lo inicialmente afirmado. Pasa así a la opinión propia, que ilustra con la descripción de S. Anselmo: «Este pecado, que llamo ‘original’, no puedo entenderlo en los mismos niños como algo distinto de la desnudez de la justi- cia debida, causada por la desobediencia de Adán, en virtud de la cual todos son hijos de ira » 37 . Con el mismo San Anselmo concluye que el pecado original es formalmente ‘injusticia’ o la carencia de la justicia original (existencialmente) debida 38 . Pero no como debida de cualquier manera, sino en cuanto aceptada en el primer Adán y en él perdida 39 . Hay que subrayar aquí que la permanencia de la concupiscen- cia y de la mortalidad como condiciones naturales y sin corrupción intrínseca de la naturaleza no tiene nada que ver con una ‘natura pura’, determinada por un fin natural que le daría sentido completo existencial en un orden distinto. Esto valdría quizás en una teología que piensa en la realidad de un substrato en la naturaleza humana, donde ésta se encontraría existencialmente justificada sin el destino sobrenatural: la ‘natura pura’, que para Escoto nunca existió en tal 764 BERNARDINO DE ARMELLADA ‘nullum corpus agit in spiritum’ —ex quo habetur propositum. Item, si dicatur. Ib . q. 3, nn. 17-21; pp. 323-324. 37 Quoad primum dicit Anselmus libro illo cap. 27: «Hoc peccatum, quod ‘ori- ginale’ dico, aliud intelligere nequeo in ipsis infantibus nisi ipsam —factam per inobedientiam Adae— iustitiae debitae nuditatem, per quam omnes sunt filii irae ». Ib ., q. 4, n. 50; p. 338. Cf. S.Anselmo, De concept ., c.2 7; PL 158, 461; Obras..., p. 71. 38 Ista ratio peccati originalis probatur ex hoc quod peccatum formaliter est iniustitia, et tale peccatum talis iniustitia; iniustitia autem, secundum eum ibi cap.5 (et 16 De casu diaboli ), non est nisi carentia iustitiae debitae, dicens quod peccatum originale —quod est carentia originalis iustitiae— non est nisi carentia iustitiae debi- tae. Ib . n. 51; pp. 338 y ss. Cf. Anselmo, De concept ., c. 5, PL 158, 439; Obras ..., 13- 21; De casu diaboli , c. 16; PL 158, 349; Obras completas , II (Madrid 1952) 647 y ss. 39 Per hoc solvitur secunda quaestio, qua quaeritur quid sit peccatum origi- nale. Est enim carentia formaliter iustitiae originalis debitae, -sed non qualitercum- que debitae, sed debitae quia acceptae in primo parente et in ipso amissae. Ib . n. 53; p. 341.

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