NG200403017

taja propia, a base de la antítesis al evangelio se ha construido la Iglesia... Que la humanidad está postrada de rodillas ante la antí- tesis de lo que fue el origen, el sentido, el derecho del evangelio, que haya canonizado en el concepto de «Iglesia» justo aquello que «el buen mensajero» sentía por debajo de sí, por detrás de sí, en vano se buscará una forma mayor de ironía histórico-universal 54 . Para Nietzsche la moral católica falsea, desvaloriza y niega la realidad; pertenece a un mundo de ficción que odia todo lo real y todo lo natural. Los valores fundamentales vigentes hasta ahora esta- ban expresados en los conceptos de Dios, más allá, alma, pecado, desinterés, negación de sí mismo, hombre bueno. A través de la tras- valorización se niega toda metafísica, que es sustituida por la volun- tad de poder. Al negar la revelación y la redención sólo queda el eterno retorno y la agotadora tarea de tener que dar razón de sí y otorgarse confianza a sí; tarea infinita para un ser finito 55 . El estatuto epistemológico de Escoto no tiene nada que ver con el de Nietzsche. El Cristo de Escoto está cargado de verdad, de una verdad que nos humaniza y hace libres desde la propia responsabi- lidad. No es necesario tener que negar a Dios o vivir en oposición a Él. Jesús pronuncia con su vida la verdad de Dios, que ni se enga- ña ni puede engañarnos. En cualquiera de los casos el texto que cito a continuación parece que pone de manifiesto que ambos autores quieren indicar la misma cosa: En Jesús no hubo engaño. Jesús, nos dice Escoto, prefirió morir antes que callar, para que la verdad fuese dicha en aquella circunstancia; se percibe en este texto una cierta sintonía con las ideas nietzscheanas expresadas anteriormente: Vio las malas acciones de los judíos y cómo con amor desor- denado y torcido estaban atados a la ley. No permitían que los hombres fuesen curados en sábado y, sin embargo, atendían a las ovejas y a los bueyes en sábado y muchas cosas parecidas... 734 JAIME REY ESCAPA 54 Anticristo , 36. En otro texto de la misma obra, el autor señala que el reden- tor se conserva desfigurado. Fue enriquecido de manera retroactiva. La tradición nunca ha permanecido fiel y objetiva . Anticristo, 31. 55 Cf. O. G ONZÁLEZ DE C ARDEDAL , La entraña del cristianismo (Salamanca 1997) 535.

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