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PREGUNTAS «ESCANDALOSAS» SOBRE EL PECADO ORIGINAL 701 escriturista H. Haag hablaba de que el PO es «testarudo», se resiste a morir. El año 1976 el cardenal. W. Kasper (1976) advierte que el lexema «pecado original» es poco feliz y se presta a malentendidos. En el mismo sentido M. F LICK -Z. A LSZEGHY , de la Gregoriana (1970) Son varios los teólogos que dan por definitivamente superada la secular doctrina de la Iglesia occidental sobre el PO. Se da por seguro que la doctrina del PO no se contiene en la Biblia (- no es doctrina bíblica).No tiene a su favor la Tradición universal de la Iglesia. No hay razonamientos teológicos que la fundamenten, como se ha señalado. Desde el siglo XVIII la cultura secular humanista, la Ciencia en su diversos ramos, han acumulado ante el PO dificultades múltiples e insuperables. Sin entrar ahora en más amplias y técnicas explicaciones, propuestas ya en otros momentos 14 , me parece que el motivo sintético y más accesible al gran público para dejar de hablar ya del PO sería este: Hoy día nadie habla ya del Adán genesíaco como un personaje histórico, autor real y objetivo de un adánico pecado, «Originante» real de la ruina de la humanidad. Y, si no existió realmente un pecado original «Originante» histórico y real, ¿qué sentido puede tener seguir hablando de un pecado original «Originado», en el que nacería todo individuo de la raza humana, si estamos seguros de que aquel «Adán», padre del género humano y prevaricador, nunca existió? Es la última pregunta que queríamos hacer sobre el «abismal misterio» del «Pecado Original». Pregunta que, más que «escandalosa» sería, sobre todo, «peligrosa». Afecta al ser o no ser de la multisecular, solemne creencia del PO, que ha proyectado su sombra (su mancha) sobre todos los tiempos y espacios del Cristianismo y de la Cultura de Occidente. Pero, como decía al principio el poeta prometeico: donde se han acumulado todas las sombras ¿No puedo yo levantar todas las preguntas? A LEJANDRO DE V ILLALMONTE , OFMCap Salamanca 14 Remito a mi libro « Cristianismo sin pecado original », citado en nota (1); y otros escritos citados al final del mismo.