NG200403015

El ateísmo sistemático e incluso agresivo y militante es un fenómeno religioso cultural que no se da, con estos rasgos, fuera de Occidente. Entre las varias causas del fenómeno pienso que la doctrina cristiana occidental sobre el PO ha colaborado como uno de los factores más decisivos. Este hecho tiene su explicación. El problema del mal, su imposible conciliación con la bondad y justicia del Creador (la imposible teodicea) se considera, con razón, como la roca fuerte del ateismo. Ahora bien, la doctrina del PO, en vez resolver el problema lo agrava de forma insospechada. Nunca comprenderán los humanos que Dios sea «Justo» cuando, por el pecado de UNO, castiga a todos los hombres con tan enormes castigos hasta el final de la historia. Como si Dios estuviese dominado por «la ley del talión» y no tuviese otra alternativa que la de castigar. Desde otra perspectiva, una cultura tan intensamente antropocéntrica como la de Occidente, no podía menos de considerar especialmente infamante el que se diga que, por un nebuloso pecado de un nebuloso primer «Adán», toda nuestra raza fue convertida en raza viciada, raza enferma, masa de pecado, masa de perdición, masa de condenación V. ¿PODEMOS SEGUIR HABLANDO TODAVÍA DEL PECADO ORIGINAL? Es indudable que no se puede escribir la historia del Cristianismo occidental sin dedicar atención una y otra vez a la doctrina del PO que sale continuamente al paso. La dogmática, la moral, la pastoral, la espiritualidad, hasta la política han estado sombreadas (alguno diría que «manchadas») por la doctrina del PO. En menor grado también la historia de la cultura occidental ha de contar con la presencia e influencia de esta doctrina. Sobre el PO pueden y deben seguir hablando los historiadores de la cultura occidental. Sin embargo, una exposición sistemática del dogma, de la moral, de la espiritualidad, de la pastoral católica , si quiere responder, aculturarse a las demandas espirituales y culturales del hombre del siglo XXI, ha de prescindir en absoluto de esta enseñanza. No debe seguir hablando del PO. El año 1970 el célebre 700 ALEJANDRO DE VILLALMONTE

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