NG200403014
El dualismo del que hablamos más arriba fue una irrupción del pensamiento filosófico en el mundo bíblico del que eliminó la uni- dad corporal anímica del hombre. La muerte no separa el alma del cuerpo. Separa a la persona de una forma peculiar de ser . La muer- te destruye la forma terrena, esencialmente limitada, del ser presen- te de la persona. La resurrección concede al hombre una forma de ser corporal-anímica nueva, eterna, superadora de la muerte por hallarse vinculada a la Vida. Las pocas veces en que aparece el dua- lismo en el N.T, por razones o circunstancias coyunturales o funcio- nales ( Cf 2Cr 5,1ss: la tienda de la mansión terrena-la casa sólida celeste) han sido aprovechadas por la Iglesia para apuntalar sus representaciones escatológicas «tradicionales» (acudiendo al judais- mo para tomar de él la creencia de que Dios nos dará allí aquello de lo que carecimos aquí, y al helenismo enriqueciéndose de él con la enseñanza de la inmortalidad, hartas veces confundida e identifi- cada con la vida eterna) 9 . La resurrección de los muertos es la concesión que Dios les hace de una nueva forma de vida . No partiendo de cero, no recurriendo a una nueva creación de la nada, sino aceptando la acción de Dios en la persona que ha sido conservada por su amor indefectible más allá de la muerte. Pero será completada, enriquecida, plenificada por la participación en la vida de Dios en la medida en que el ser huma- no sea capaz de asumirla. Termina la historia de mi «yo» terreno con Dios. No obstante, continúa, permanece la individualidad de mi per- sona, incluida la forma masculina o femenina del ser, mediante la resurrección y gracias a ella 10 . Sobre la corporeidad proporcionada por la resurrección no se puede afirmar nada en concreto. Porque la nueva forma es conce- dida por Dios mediante una transformación 11 . Por tanto es divina. Lo mismo que la nueva forma que recibió Jesús de Nazaret en su resu- REVISIÓN BÍBLICO-FILOSÓFICA DE LOS NOVÍSIMOS 671 9 P. A LTHAUS , Auferstehung , en RGG, VI, Dogmatisch , col. 797. 10 S. H AWKING , Historia del tiempo (Barcelona 1998) 67. 11 E. S CHWEITZER , «Soma», en TW Z NT, VII, 1063: «The body is a perfectly valid manifestation of the soul, indeed the body is the soul in its put ward form..., absents von Körper geschiecht nichts; denn der Mensch lebt nicht abseits vom Leib». Es la nota 408 de la página tomada de J. P EDERSEN , Israel, I , 170-171; H. P AULSEN , «Endyo», en Exegetisches Wörterbuch zum Neuen Testament (Berlin 1950) 67-68.
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