NG200403014

tanto, cómo Dios es la dimensión del Hombr e. Y como Dios es Infinito , por este camino se llega a la Vida Eterna 6 . Hemos llegado a la meta del caminar cristiano impulsados, sostenidos y embelesa- dos por el Resucitado y el Resucitador que nos ofrece la participa- ción en su propia vida. Evidentemente que esta vida divina se personificará en nuestro Hombre nuevo y total. Y seguirá creciendo con él con todo el poder relacional que ejercía el cuerpo en nuestra existencia terrena. Dios solamente resucitará lo que nosotros hemos hecho de nosotros, es decir, lo positivo. Lo negativo quedará como «en la sombra», que equivale a una especie de almacén de lo que no se realiza en el hombre. En esto precisamente difiere el tamaño del hombre: es grande el que se ha realizado mucho , plenificando su existencia, y pequeño el poco realizado. El no realizado no es, simplemente. Y lo que no soy no resucita. En consecuencia, resucitaré lo que soy, pero echaré de menos todo lo que no soy por mi culpa. Eso se denomi- na condenación . Y esto es mucho más grave y doloroso que el fuego de la gehenna, incluso si fuese intensificado por el azufre que le añade el Apocalipsis (20,10) y los diablos segundones con el fue- lle en las manos para que no descienda la temperatura del alto horno torturador. Todo aquello que no hemos podido ser no gene- ra problemas; éstos gravitan sobre lo que no hemos querido ser . Solamente me afecta aquello que yo, culpablemente, no he querido hacer, sabiendo que lo debía hacer. ¡Eso me compromete! Única- mente es la intención del hombre la que compromete su SER . 4. LO MORTAL «INMORTALIZADO» Dios creó al hombre como ser mortal. La Biblia entendió la mortalidad humana como consecuencia del pecado (Gn 3,19; Sb 1,13; 2,24). Nos resistimos a aceptar esta afirmación. Se nos ha incul- cado lo contrario aduciendo la inmortalidad del alma como argu- mento definitivo. De nuevo la filosofía platónica salió por sus fueros 668 FELIPE FERNÁNDEZ RAMOS 6 A. M. D UBARLE , op. cit., Ib.; O. H OFFMANN , Inmortalidad , en Conceptos Fundamentales de la Teología (Madrid 1966) 379. G. B OF , Inmortalidad, en Nuevo Diccionario de Teología , I (Madrid 1982) 795-796.

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