NG200403014

1. LA ANTROPOLOGÍA DUALISTA La influencia de Platón ha servido para que se haya impuesto una concepción dualista de la antropología. Merced a ella el hom- bre fue dividido en dos partes esencialmente distintas y provisional- mente unidas: el alma es el pájaro, y el cuerpo la jaula que lo aprisiona. El pensamiento griego es dualista tanto en el sentido antropológico como en el metafísico. El «alma» o el «espíritu» es bueno y es la parte esencial del hombre, mientras que la «carne» o el «cuerpo» es constitutivamente malo 1 . La muerte separa las dos par- tes del hombre dando a cada una aquello que la caracteriza: al alma la libertad y la eternidad; al cuerpo la esclavitud y su putrefacción como materia. Al llegar al final del viaje se produce una separación tan violenta como deseada: el alma vuela hacia Dios, el cuerpo se pudre en el sepulcro. Así ha sido explicada durante muchos siglos la escatología humana; la suerte última del hombre a partir de la muerte. Esto es una monstruosidad. La prostitución más degradante de la dignidad humana. El alma y el cuerpo separados no son el hom- bre. En todo caso habría que hablar del cuerpo animado o «almado», aunque el calificativo no exista en nuestros diccionarios; el cuerpo no es el hombre ni tampoco lo es el alma; el hombre es cuerpo ani- mado o alma corporeizada; yo soy yo, es decir, mi yo es tanto el cuerpo como el alma; el cuerpo es tan para el alma y el alma tan para el cuerpo que, cuando se separan, no queda hombre; queda- rán otras cosas, pero hombre no queda. Algo así como cuando se separan el hidrógeno y el oxígeno del agua; quedarán dos gases, pero el agua como tal habrá desaparecido. Cristo no fue dualista; hablaba del hombre , de la vida del hom- bre, del ser del hombre, considerado siempre como una unidad. Jesucristo nunca habla del alma, habla siempre de la Vida : «¿No vale más vuestra vida...?» (Mt 6,25). «El que quiera conservar su vida...» (Mc 8,35). Yo soy un ser viviente, un yo; no soy alma y cuerpo. Claro 664 FELIPE FERNÁNDEZ RAMOS 1 A. O LIVER M ONTSERRAT , Antropología de la muerte , «Lecciones oídas, inter- pretadas y mecanografiadas» por R. Iglesias Herrero y en la Catequesis para el hom- bre de hoy; D. E. H. W HITELEY , The Theology of St Paul (Basil 1970) 37,147. W. E ICHRODT , Theologie des Alten Testament , II, (Berlin 1950) 67-68.

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