NG200403012

La profunda desolación de Popper se puso de manifiesto en esos recuerdos: «Yo estaba indignado con el proceder de la policía, pero también conmigo mismo...; no me había conformado con tomar parte en la manifestación... Quizá había incluso animado a otros. Posiblemente se encontraban algunos de ellos entre los muer- tos. ¿Para qué habían muerto? Me sentía responsable por ellos y la conclusión a la que llegué fue la siguiente: ciertamente tenía dere- cho a poner en juego mi vida por mis ideales. Pero, con toda segu- ridad, no tenía derecho a animar a otros para que arriesgaran su vida por mis ideales y todavía mucho menos por una teoría como el mar- xismo, cuya verdad posiblemente se podía poner en duda. ¿Había discutido verdaderamente en serio y críticamente con la teoría mar- xista? Debía encontrarme tan hondamente deprimido que la res- puesta fue “no”» 6 . Que la revolución exigía estas víctimas y que, por tanto, eran inevitables, es lo que constató después de este incidente cuando regresó a la central del Partido: «Esta era la teoría marxista, una parte del así llamado “socialismo científico”. Me preguntaba ahora a mí mismo si un cálculo tal podría ser nunca apoyado por la “ciencia”. La experiencia total, y especialmente esta cuestión, produjeron en mí una revulsión de sentimientos, que me ha acompañado toda la vida» 7 . Años más tarde, en su entrevista con Franz Kreuzer, junto con el reconocimiento de la inmadurez de su comunismo en aquél ins- tante, resumirá la enseñanza recibida a través de este sangriento epi- sodio: «Reconocí sobre aquella base que con las víctimas humanas se debe ser extremadamente ahorrativo e ir con suma precaución, especialmente cuando las víctimas son reclamadas por otros o cuan- do se conduce a otros a una situación en la que se juegan su vida» 8 . Pero la repercusión que tuvo en su vida este acontecimiento, como ya se ha dicho, ha sido puesta de manifiesto en otros muchos LEGADO ÉTICO DE POPPER. LUCES Y SOMBRAS 627 256; también aparece en su obra En busca de un mundo mejor (Barcelona 1994) 114. Ello da idea de la magnitud de este acontecimiento en su vida, relatado general- mente cuando habla de su ruptura con el marxismo, y sorprende justamente esta importancia, teniendo en cuenta que su adhesión hacia él duró sólo tres meses. 6 K. R. P OPPER , La responsabilidad de vivir , O.c ., 261. 7 K. R. P OPPER , Búsqueda sin término , O.c. , 46. 8 K. R. P OPPER , Sociedad Abierta. Universo Abierto , O.c. , 12.

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