NG200403012

ha sucedido en la historia de la humanidad y que siempre vuelve a suceder y que todavía sucede. Y de la feliz noticia de que podría- mos prolongar la duración de la vida de los seres humanos, y sobre todo de las mujeres y los niños, que han tenido la vida más difícil. Por lo demás, no sé nada; y aunque la búsqueda científica de la ver- dad constituye una parte de mi religión, las grandiosas hipótesis científicas no son ninguna religión. No pueden serlo» 11 . Para Popper lo único que se precisa para vivir es esperanza. De forma tajante advirtió que « no necesitamos nada más 12 . La religión no debe ser considerada como un sucedáneo de nuestros sueños y deseos. En esta línea, y dentro de una coherencia intrínseca a su personalidad, esta convicción tendría particular trascendencia al referirse al «no nacido», ya que fue en esa esfera de la vida en la que se hizo osten- sible su racionalismo de forma singular. En línea similar a lo expuesto, en otro lugar advertimos esta precisión: «No siento ninguna hostilidad hacia el misticismo religio- so (y sí, tan sólo, hacia el intelectualismo antirracionalista militan- te)... Lejos de mí la intención de propiciar la intolerancia religiosa. Pero sostengo que la fe en la razón, el racionalismo, el humanitaris- mo o el humanismo tienen el mismo derecho que cualquier otro credo a contribuir al mejoramiento de los asuntos humanos y, espe- cialmente, al control de la delincuencia internacional y al estableci- miento de la paz... No tengo por qué objetar que se califique de “terrestre” a la fe humanista en la razón, puesto que creo que es real- mente un principio de la política racionalista el considerar imposible traer el cielo a la tierra. Pero el humanismo es, después de todo, una fe que se ha puesto a prueba con los hechos y tan bien, quizá, como cualquier otro credo. Y si bien pienso, como la mayoría de los humanistas, que el cristianismo puede contribuir considerablemente a establecer la hermandad de los hombres al predicar la paternidad de Dios, también creo que quienes socavan la fe del hombre en la razón no pueden contribuir, por cierto, a este fin» 13 . 630 ISABEL ORELLANA 11 K. R. P OPPER , La responsabilidad de vivir, op. cit ., 105. 12 K. R. P OPPER , «Acerca de la historiografía y el sentido de la historia». Es un texto que consta en gran parte de formulaciones del último capítulo de su libro: La sociedad abierta y sus enemigos , vol. II, 304-328 (Tubinga 7 1992), en Ib ., 173. 13 K. R. P OPPER , La sociedad Abierta y sus enemigos, O.c. , 421.

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