NG200403010

nosotros con la respuesta. En la evocación de esta advertencia, el alma ve la posibilidad de que sus ansias más fervientes podrán lle- gar hasta el Amado y decide confiárselas a sus compañeros los pas- tores. Quiero hacer una leve observación sobre ese extraño «fuerdes» y el «vierdes» siguiente. Ambos son un futuro de subjuntivo en forma arcaizante y lo es igualmente la síncopa usada. La razón de este uso pudo ser que al que las escribió le pareció más acomodado al uso pastoril. «Allá por las majadas al otero» . Esta doble majada; «majadas» y «otero», sí que nosotros no hubiéramos llegado a interpretar, si no contáramos con la interpretación dada por su autor. ¿Cómo se nos iba a ocurrir pensar siquiera que las majadas fueran sustitutas de los ángeles. Y menos todavía lo de «otero» sustituyendo a Cristo? Sin embargo, esa es la interpretación que les da el santo. En lógica lite- raria sí nos parece natural que los pastores vayan de unas majadas a otras. Incluso que, a veces, suban a los oteros no inasequibles a las ovejas . La doble metáfora no deja de ser briosa, intrincada. «Si por ventura vierdes/ aquel que yo más quiero...» Piensa el al- ma que es una gran ventura ver al Amado, cosa que ella no goza todavía, por eso comisiona a sus mensajeros —afectos y deseos— que transmitan al que más quiere este lacónico mensaje: «Decidle que adolezco, peno y muero». Literariamente hay que advertir que los tres verbos están usados en sentido metafórico. Es decir, que una cosa es el sentido propio de cada uno y otra lo que el autor quiere expresar. La triple metáfora analizada en términos literarios no tie- nen nada especial.. Lo que sí la tiene y extraordinaria es el hondo y transcendental sentido místico que les da el santo en sus comenta- rios. Por lo bella y sabrosa que es esta interpretación quiero aho- rrarle al lector tener que acudir al libro, tan citado .»El alma que de veras ama, ordinariamente en el sentimiento de la ausencia de Dios, padece de estas tres maneras, según las tres potencias: entendimien- to, voluntad y memoria. Acerca del entendimiento adolece por no ver a Dios, que es la salud del entendimiento. Acerca de la voluntad pena porque carece de la posesión de Dios, que es el descanso, refri- gerio y deleite de la voluntad. Acerca de la memoria muere porque acordándose que carece de todos los bienes del entendimiento, que es ver a Dios, y de todos los deleites de la voluntad, que es poseerle, y ELEMENTOS FIGURATIVO-LITERARIOS EN EL CÁNTICO ESPIRITUAL… 599

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