NG200403009

superpuesto a los indicados. El propósito del apóstol —ya hemos insistido bastante en esto— no es el de ofrecer una definición sobre el hombre precisando filosóficamente en éste distintas esferas o ámbitos contrapuestos. Las alusiones al hombre como ser espiritual, lo que reflejan mas bien es que san Pablo se refiere con ellas a todo el hombre (por tanto tampoco al hombre como algo meramente inmaterial) que ha de orientar su existencia por relación a Dios. Desde el punto de vista que venimos indicando hasta aquí sobre la ausencia de una concepción dualista de alma y cuerpo, cabe finalmente aludir, aunque sea mínimamente, al sentido de esta problemática en las culturas primitivas. Con la conciencia del riesgo en que se puede incurrir al acce- der (en las culturas de este tipo) a esta temática desde los pre-jui- cios propios de la mentalidad occidental, trataremos, no obstante, de señalar de la manera más objetiva posible aunque sólo sean algunos datos característicos, Naturalmente, las variaciones culturales son innumerables en la gran multiplicidad de culturas primitivas. Pero, dicho de una mane- ra general, el hombre de esas culturas antes de llegar, dentro de lo que es su cultura concreta, al conocimiento del alma y el cuerpo — en los casos en que en realidad ha llegado— como ámbitos distin- tos y contrapuestos, no tiene noción de duplicidad alguna personal de alma y cuerpo. Hace uso, ciertamente, en múltiples ocasiones del término alma o espíritu, mas estas palabras nada tienen que ver en él con la idea de alma como algo peculiar y enfrentado al cuerpo al modo como ocurre en el pensamiento occidental. Extrañado por el carácter imprevisto de muchas cosas que ocu- rren a su alrededor en la naturaleza, o por el poder extraordinario que él otorga a algunos acontecimientos, o por ciertos síntomas que guardan relación con determinadas enfermedades, etc., y que, según los casos, le producen admiración desmesurada, temor, o espanto, el primitivo tiende a admitir alma o espíritu en todo lo que revela para él un poder omnímodo. Incluso, ante el horror que le produce la rigidez del propio cadáver, es propenso a atribuir alma a éste. Y así se refiere, por ejemplo, en multitud de ocasiones, a las almas o espíritu de los muertos. CONCEPCIÓN OBJETIVA Y FENOMENOLOGÍA … 575

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz