NG200403007

Con mucha intención Ranke desposee a la concepción hegelia- na del concepto de mediación, según la cual lo anterior no simple- mente precede a lo posterior, sino que se orienta constitutivamente a ello como su etapa previa, y a su vez lo posterior no simplemen- te sucede a lo anterior, sino que es su resultado y por lo tanto le es esencialmente deudor. De ahí la importancia de la teis central de Ranke: «toda época es inmediata a Dios, y su valor no descansa de ningún modo en lo que de ella procede, sino en su existencia misma, en su propia mismidad” 9 . La referencia a Dios y al orden divino le proporciona a Ranke la posibilidad de legitimar una visión de conjunto de toda la histo- ria —puesto que Dios está presente en todos los acontecimientos— y fundamentar su continuidad 10 , pero le permite además adoptar un punto de vista que por lo mismo que es absoluto, hace que cada cosa y cada fenómeno aparezcan en su lugar propio y según su índole irreductible: «Sobre cada acontecimiento planea el orden divi- no de las cosas, que ciertamente no se puede demostrar en sentido estricto, pero sí presentir. En este orden divino, que es idéntico con la sucesión de los tiempos, tienen su lugar los individuos relevantes: así es como los tiene que concebir el historiador. El método históri- co, que sólo busca lo auténtico y lo verdadero, entra así en una rela- ción inmediata con las cuestiones supremas de la existencia... La fe en la providencia es la suma de toda fe; yo la mantengo de forma inconmovible” 11 . Esta referencia a la providencia no la encontramos en Burckhardt, quien no ve en el campo de la historia fundamentos para recurrir a aquélla, ni tampoco cree que su puesta en juego garantice la continuidad y unidad de la historia. Pero la motivación de fondo es muy similar a la de Ranke, puesto que busca un crite- rio capaz de dar cabida en sí a todo fenómeno histórico en lo que es en sí mismo, en lugar de considerarlo en función de otros a los que en consecuencia debiera sacrificarse. Los fenómenos como los pueblos deben ser reconocidos en su mutua diferenciación. En abierta oposición al optimismo general que 524 MARIANO ÁLVAREZ GÓMEZ 9 Ib. , 8. 10 Cf. H. S CHNÄDELBACH , Geschichtsphilosohie nach Hegel (Freiburg 1974) 46. 11 Citado por H. S CHNÄDELBACH , l. c.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz