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siglo XIX, de que me voy a ocupar brevemente, son: Leopold von Ranke y Jacob Burckhardt, ambos historiadores, no al modo como esa actividad se suele entender hoy. Uno y otro, al hacer historia, reflexionaban a fondo sobre su sentido y sobre las grandes cuestio- nes que afectaban al hombre. Tal vez por eso crearon escuela y su lectura sigue siendo sugerente y provechosa hasta el día de hoy. En los primeros días del otoño de 1854 Ranke se encuentra en la residencia que el rey Maximiliano II de Baviera tenía en Berchtesgaden, esa localidad de indescriptible belleza en los Alpes bávaros. Había ido allí accediendo a la insistente invitación del rey, quien siendo aun príncipe le había conocido en 1831, a la edad de veinte años, cuando estudiaba en Berlín y tuvo ocasión de seguir allí las lecciones de Ranke, que desde 1825, con treinta años, era profe- sor en la prestigiosa Universidad de Prusia. Mucho le debió de impresionar al príncipe la figura de aquel joven profesor, pues vein- tidos años más tarde, en 1853, cando Maximiliano era ya rey desde 1848, por la renuncia de Luis I, invitó a Ranke a ocupar la cátedra de Historia de Munich. Y si Ranke no aceptó, por no verse obliga- do a romper los lazos que le unían a la Casa Real de Prusia, sí acce- dió en cambio a pronunciar en la corte de Maximiliano un total de diecinueve conferencias sobre historia, desde el 25 de Septiembre hasta el 13 de Octubre de 1854. A tenor de la correspondencia entre rey y profesor, cuando ya éste se encontraba de nuevo en Berlín, aquél siguió las conferencias con gran interés. Lo anecdótico es aquí significativo. Las conferencias fueron resultado de conversaciones intensas habidas previamente entre estos dos personajes. Aludiendo a esas conversaciones, Ranke le escribe a su mujer el 1 de Octubre: «¿De qué hablamos propia- mente (el rey y yo)? No de acontecimientos del día, ni de personali- dades, ni de política, ni siquiera de historia, sino de religión. Para mi visión del Cristianismo he encontrado aquí una comprensión plena” 4 . Y es desde la religión, y más concretamente desde el Cristianismo, desde donde Ranke critica el eurocentrismo, también el religioso. Puesto que la crítica recae sobre Hegel es inevitable decir unas palabras del gran filósofo alemán. Su pensamiento seguía vivo en EL FIN DEL EUROCENTRISMO RELIGIOSO… 521 4 L. VON R ANKE , Über die Epochen der neueren Geschichte (Darmstadt 1973) V.