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imaginación, pero no explica. Al menos Leibniz aducía sólidas razo- nes, cuando hacía una afirmación parecida, la de que la aniquilación de un grano de arena del desierto implicaría la desaparición del uni- verso. Hace ya unos sesenta años, acerca del término «seculariza- ción» que entonces se utilizaba con frecuencia, Heidegger hacía notar que no estaba significando nada preciso, pues para hablar con sentido de secularización había que saber antes qué quiere decir « saeculum », mundo, concepto de significado tan versátil como difí- cil 19 . Algo análogo cabría decir del término «globalización», cuyo sig- nificado depende de lo que nos pueda sugerir la imagen del globo en su proyección sobre un fenómeno universal. Y sin embargo las palabras arrastran, sean o no comprendidas en su significado preciso, toda una serie de consecuencias que, si no se dejan entender y expresar fácilmente, sí se dejan sentir, a veces incluso dramáticamente. Ocurrió con la secularización. Teólogos tanto católicos como protestantes de este siglo XX saben lo que implica que conceptos teológicos, fundamentales e incuestionables durante siglos, se vean de pronto, como consecuencia de un largo proceso más o menos latente, vacíos de su significado propio y tras- puestos a un ámbito diferente —el secular o mundano— para lo cual, si se pretende que sigan teniendo vigencia teológica, es preci- so llevar a cabo una profunda y laboriosa tarea de interpretación simbólica. Tiene —ha tenido— pues un significado la secularización, por más difícil que resulte precisarlo. Y lo tiene también la llamada globalización, respecto de la cual convendrá distinguir entre lo que entienden expertos sobre el tema y la aplicación que de ello cabe hacer a lo que aquí nos ocupa. Por de pronto el nombre se refiere a una tendencia no sólo esencial, sino totalizadora, y por tanto a una dimensión primaria que tiene ramificaciones en todos los ámbitos de la actividad humana. Si hay «algo así como una estrella fija —dice enfáticamente Friedman— , una fuerza dominante en la política internacional, es el sistema internacional de la globalización” 20 , que reemplaza al sistema de la guerra fría con su enfrentamiento de bloques, reparto de zonas de 528 MARIANO ÁLVAREZ GÓMEZ 19 Cf. M. H EIDEGGER , Nietzsche II (Pfullingen 1961) 141. 20 T H . L. F RIEDMAN , Globalisierung verstehen. Zwischen Markplatz und Weltmarkt (Berlin 1999) 20.

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