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A la hora de hablar del absolutismo, María Zambrano insiste en que es el «pecado típico» de la historia de Occidente 142 . A ello han concurrido diversas causas, religiosas y teóricas (fun- damentalmente filosóficas) en la oscura historia de la cultura occi- dental. Curiosamente, no depende «la existencia del absolutismo de ninguna forma de pensamiento filosófico, ni de ninguna religión… Se trata de una situación antes que de una teoría o de una fe espe- cífica religiosa. Una situación que es el centro de la tragedia occi- dental, el punto en que la pasión de existir humanamente se hace voluntad. Y como el modo supremo, total, de existir es el de Dios, quiere imitarlo» 143 . Refiriéndose al cristianismo, habla de una «inversión», pues «el hombre cristiano no puede soñar siquiera como Dios, ni dejar de censurarse, si en ello se sorprende. Se trata, pues, de un suceso subrepticio, escondido, y a veces clandestino» 144 . En este caso se ha introducido una ideología, ya que «el creer es vehículo del querer» 145 . 508 MANUEL GONZÁLEZ GARCÍA 142 PD 82. María Zambrano pone como ejemplos típicos de absolutismo a Hitler, apoyándose «en la filosofía de Nietzsche, cuya esencia le era inasequible» (PD 91); a Carlos V en su retiro de Yuste con «la obsesión de mantener el funcionamiento de los innumerables relojes que llenaban las habitaciones, en absoluta precisión y sincronismo» (PD 89). Con quien más se explaya es con Felipe II y el palacio-pan- teón de San Lorenzo de El Escorial. Escribe de este: «La significación de este edificio es paradigma del absolutismo. Pues es la expresión de un voto en el que está inclui- da una idea de la historia. De la realidad vida-muerte, de la cual la historia es un momento tan sólo, mas un aspecto decisivo. Voluntad ofrecida a una fe por la cual vida y muerte están unidas, la historia es el nudo donde se realiza esa unión. De haberse cumplido esta voluntad, la historia se hubiese quedado detenida en un eter- no presente. Y la vida de la tierra sería más análoga a la una estrella que a cosa algu- na; habríamos entrado a formar parte en tanto que género humano de un orden estelar, de unas matemáticas inmutables» (PD 86-87). Algunas indicaciones sobre el absolutismo pueden verse en Xavier P ALACIOS , Historia sacrificial: absolutismo y des- potismo , en Teresa R OCHA B ARCO (ed.), O.c. , 163-167. 143 PD 92. Para una mayor información sobre el influjo de algunas concep- ciones políticas (liberalismo, comunismo) o filosóficas (racionalismo, ética kantiana) en el absolutismo, cf. José D EMETRIO J IMÉNEZ , op. cit. , 125-132. 144 PD 82. 145 PD 88.

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