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2) La del cristianismo, por su parte, está en su misterio central: «la historia de Cristo Dios y víctima coinciden, son el mismo; es Dios que se hace víctima. La aceptación de tal misterio hubiese debido librarnos de la adoración del ídolo y de su sombra; la necesidad de que exista siempre un condenado» 107 . Llegará el fin de la historia trágica del hombre cuando finalice la revelación de la persona humana, «que constituye no sólo el valor más alto, sino la finalidad de la historia misma», cuando «todos los hombres hayan llegado a vivir plenamente como personas, en una sociedad que sea su receptáculo, su medio adecuado» 108 . LA HUMANIZACIÓN DE LA HISTORIA Si bien la historia se presenta como un proceso necesario para que el hombre revele su ser, ya que no es un simple producto cerra- do y hecho en la naturaleza, sin embargo, la historia no se ha vivi- do ni se ha realizado siempre a la altura del hombre. Se puede constatar su deshumanización y la consiguiente necesidad de huma- nizar la historia. María Zambrano dedica un capítulo de su obra Persona y demo- cracia a este tema (pp. 59-81). La tesis es muy sencilla: «El hombre al afirmarse a sí mismo ha tropezado consigo mismo, se ha enredado con su propia sombra, con su propio sueño, con su imagen; el sueño de su poder y aun de su ser llevado al extremo, convertido en absoluto» 109 . La razón de aludir al «sueño» es muy clara: «Todo lo que el hom- bre quiere, primero lo sueña. Y como sucede en los sueños lo abso- lutiza. Y toma carácter absoluto cualquier nimiedad y cualquier suceso que en la vida diaria pasa sin dejar huella, se agranda y se fija. La razón de ello es que en los sueños no hay propiamente hori- LA HISTORIA EN MARÍA ZAMBRANO 501 107 PD 43. 108 PD 45. Cf. también José D EMETRIO J IMÉNEZ , O.c. , 120. 109 PD 59.
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