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dos diferentes y cuándo y cómo se ve en el tiempo así es la histo- ria 78 . Este planteamiento general es el que abre Persona y democra- cia , aclarando la afirmación de que el hombre puede estar en la his- toria de dos maneras fundamentales: — Pasivamente: en cuanto que la historia la hacían sólo unos pocos hombres y los demás la padecían. — Activamente: la historia la hacemos todos, la sufrimos todos, somos protagonistas todos 79 . María Zambrano comienza hablando de la primera de estas acti- tudes, ya que «la historia ha sido larga, pesadamente padecida por la mayoría de los hombres y especialmente por los que integran la multitud, «la masa», pues le ha sido inasequible el único consuelo: decidir, pensar, actuar responsablemente o, al menos, asistir con cierto grado de conciencia al proceso que los devoraba» 80 . Sin referirse a acontecimiento histórico alguno recuerda genéri- camente el protagonismo de la multitud o la masa en la historia a través del imperialismo, las guerras, las condenaciones en masa 81 . La salida de este modo de vivir la historia para llegar a ser actor responsable se ha logrado a través de la conciencia. Esta sigue varios caminos para su manifestación: 1.—La confusión. Tiene lugar cuando el hombre se encuentra consigo mismo. Es el encuentro trágico del hombre con su imagen en una doble situación: – está dentro de mí y la miro – está fuera de mí y, al verla, me espanta 82 . LA HISTORIA EN MARÍA ZAMBRANO 495 78 Ib. Cf. también José D EMETRIO J IMÉNEZ , O.c. , 145-147. 79 PD 11, 21. 80 PD 12. 81 PD 11. 82 «¿Qué hacer ante esa imagen que de pronto me arroja el espejo y que tan mal se aviene con aquella que yo me he creado?... ¿Qué hacer con mi propio ser cuando me sale al encuentro?... ¿Qué he hecho de mí mismo que ando por ahí fuera, que me he quedado aquí fijo y paralizado?» (PD 13).

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