NG200403006

En ella florece la responsabilidad, consecuencia de la libertad. Y todo ello (espacio íntimo, persona, responsabilidad, libertad) se conjuga para dar origen a la persona visible 53 . Por ser libre, y por tener un futuro, la persona humana es imprevisible. De ahí que el trato establecido con la persona huma- na se establezca sobre la confianza 54 . 2.—Si «todo ser viviente se alimenta de algo y en algo», la per- sona humana respira en el tiempo y se alimenta de la verdad 55 . El tiempo es importantísimo en la concepción del hombre en María Zambrano. La realización de la condición humana sólo es posible en el tiempo. La salida de un espacio homogéneo y de un tiempo sucesivo 56 se logra con la mediación del tiempo que ofrece la posibilidad de vivir humanamente. Habiendo recibido el ser y la vida, el hombre necesita el tiempo discontinuo para relacionarse con la realidad fragmentaria sobre la que actúa con su libertad. Si el hombre fuese «un ser entero, enteramente ser, no tendría que entrar 490 MANUEL GONZÁLEZ GARCÍA Z AMBRANO , El hombre y lo divino , México 1955, 303; Juan Fernando O RTEGA M UÑOZ , La superación del racionalismo en la filosofía de María Zambrano, en Juanfernando O RTEGA M UÑOZ (dir.), op. cit. , 80. 53 Cf. PD 125-126. 54 Ib . 55 PD 132. A propósito del modo peculiar de estar el hombre en el tiempo escribe en Hacia un saber sobre el alma (Madrid, 1987, 76): «Sucede que este ser humano se mueve en el tiempo sabiéndolo, a diferencia de los demás que no lo saben. Los animales y plantas están en el tiempo y son destruidos por él; pero no están despiertos a esa verdad, no lo vigilan. Su resistencia es pasividad meramente. El hombre necesita resistir activamente conservando su forma. Pero la forma de su vida es la forma o manera de vivir, de su ética, de su estética, de la cultura a que pertenece. El molde, el sello que se imprime». Cf. otras sugerencias en María Z AMBRANO , El pensamiento vivo de Séneca (Madrid 1987) 40-41; ID., Notas de un método (Madrid 1989) 101-102; ID., El sueño creador (Madrid 1986) 24, 50-55; Claros del bosque (Barcelona 1977) 26-28; José D EMETRIO J IMÉNEZ , op. cit. , 153-155. 56 Hablando de la situación en ese espacio homogéneo y tiempo sucesivo escribe en El sueño creador (Madrid 1986) 44: «Su actividad sería un simple estado, y su vivir, por tanto, un estar en la vida sin más, al modo de un alga en la mar, según creemos que el alga está desde la orilla de lo humano. Su medio, el lugar sometido a su ocupación, lo envolvería; sería por el pronto una totalidad cerrada, un continuo constituido ante todo por el espacio-tiempo».

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