NG200403005

que lo necesitan. Mientras que el de la filosofía es inmóvil, no des- ciende y sólo es asequible a quien puede alcanzarlos por sus pasos” (FP, 23). Logos, pues, comprendido como gracia. Aquello que parecía imposible, que el mundo sagrado persistiera en el ámbito del ser y del pensar, resulta que el estoicismo lo entrega como solución. En éste, la razón sería dócil a la inspiración, iría acompañada del número y armonía, lo que implicaría a cambio, el sacrificio del limi- tarse. Ejercerá su dominio por medio de la persuasión, será origen de otros saberes (las artes) y de este modo será razón edificadora y conservadora. Será comprensible por quien la necesita. Por eso no es de extrañar, dice Zambrano, que tal tipo de razón mediadora, surge en el ámbito de lo romano, en el que nace la diplomacia, la estrategia intelectual, (como estratega intelectual entiende Zambrano a Séneca), el protocolo y formas sutiles de tratar con lo otro, dentro de lo humano sin más (HD, 215). Pero la filosofía, en tanto que busca lo que permanece, lo inmóvil, no es capaz de des- cender a las necesidades, sino que por contra exige que se alce quien intente comprender; en tal ascenso, que olvida las necesida- des, el alzado acude con la sensación de vanidad de aquello que le importa. Pero la solución (unir ser y pensar en lo sagrado) no pudo ser total porque de hecho se llevó a cabo desde la filosofía de la uni- dad pura (Parménides) y no desde la unidad-armonía de Heráclito. Unidad-armonía que después rechazará Plotino y todo el resto de la filosofía, incluido Hegel, cuya dialéctica estará al servicio de la uni- dad absoluta. Sólo el estocismo supo encontrar solución al trágico conflicto entre el «conocimiento de lo uno y la idea del ser y la mul- tiplicidad de lo que será siempre otro» (HD, 215). A la pregunta de si la piedad puede ser reconocida y entendi- da desde el logos del ser, desde el ámbito del ser, queda respondi- da negativamente, si es que el término ser se comprende tal y como lo ha comprendido la filosofía como identidad pura. De aquí que Zambrano hable de realidad, que es más amplio que ser (Ortega, Zubiri) y tal realidad ha de ser advertida antes de la llegada del conocer. Tal notificación se lleva a cabo en una actuación que nece- sariamente ha de ser anterior al conocer, aunque para un racionalis- CONOCIMIENTO COMO PIEDAD 473

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