NG200403005

Sócrates y Séneca vivieron en la calle, mediadoramente, para los demás. Por eso siente apego por ellos el hombre común, que no sabe nada de filosofía. Ejercieron la piedad sin ser piadosistas. Séneca no es un filósofo, dice Zambrano, pues no se hizo tal por amor a la sabiduría, o ansia de verdad, sino como remedio y ayuda a la vida 5 . Hace filosofía desde la menesterosidad. Y si nos acoge- mos a él, no es porque nos soluciona problemas desde la alta razón, sino por su razón dulcificadora, razón que tiene algo de musical, como la de los pitagóricos, pues actúa como acordes que acallan, aduermen y suavizan, «al revés de esas otras filosofías que nos obli- gan a estar horrorosamente despiertos» (PVS, 16). Esta razón que deja soñar, que permite la fantasía y hasta la locura cuando éstas saben entregar vida, es lo que Unamuno entien- de como com-pasión (padecer con) y que María Zambrano llama razón misericordiosa, una razón que más que curar alivia, más que despertar, consuela. Tal razón quiere lograr «la claridad al borde mismo del sueño ( FP , 85). Y por eso Séneca, más que médico es un curandero de la filosofía, pues para este remedio, ha de burlarse un poco del rigor del sistema del pensamiento y buscar otra clase de rigor. En el estoicismo se retoma el camino de la piedad en su senti- do recto, pues la piedad de la inteligencia se muestra en su descen- der a quienes no pueden fatigarse en perseguirla. “El logos que se presta a ser devorado, consumido; es el logos dis- perso de la misericordia que va a quien la necesita, a todos los 472 LUIS ANDRÉS MARCOS 5 Esta idea de hacer la filosofía «razonable», a la vez que hacer sensibles a los filósofos, seguiría vigente, con las salvedades del caso, en el romanticismo ale- mán: «En tanto no hagamos estéticas, esto es, mitológicas, las ideas, no tendrán interés alguno para el pueblo y a la inversa: en tanto la mitología no sea razonable deberá el filósofo avergonzarse de ella. Deben, entonces, tenderse por fin la mano ilustrados y no ilustrados, la mitología ha de devenir filosófica para hacer razonable al pueblo, y la filosofía ha de devenir mitológica para hacer sensibles a los filósofos» El programa de sistema más antiguo del idealismo alemán , tomado de Stella W ITENBERG , Encuentros/Begegnungen ( Madrid 2001) 131.