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que sea yo perfecto; mas sigo adelante por si logro apresarlo, ya que yo a mi vez fui apresado por Cristo Jesús» ( Fil 3,12) 5 . El tiempo nuevo no corresponde a un mero número, ni puede ser designado por el calendario. Se llega a él por gracia y por fe. Se trata de una situación vital y personal. «No tiene parentesco con rela- ciones objetivas (tampoco en sentido histórico, como situación, Lage; por ej. Situación fatal)… La cuestión de la delimitación de una situación es independiente de la determinación de una porción his- tórica objetiva, de un período o de una época histórica». 6 Pero defi- nir o describir positivamente la situación le resulta difícil a Heidegger: «Lo que constituye su unidad permanece indetermina- do» 7 . La situación de Pablo y de la comunidad primitiva se caracteri- za por la espera angustiosa de la parusía. «Pablo vive en una situa- ción característica, propia de él como apóstol. Vive en la espera de la vuelta del Señor. Esta situación articula la situación propia de Pablo. A partir de ella se determina cada instante de su vida. Tiene un constante sufrimiento, a pesar de su alegría de apóstol» 8 . Heidegger hace notar aquí la diferencia entre éste y otros conceptos de parusía. Para el griego, parusía era presencia; para el judío ante- rior indicaba la venida del día del juicio; para el judaísmo tardío sig- nificaba la venida del Mesías. Para el cristiano significa la reaparición de un Mesías que ya ha venido. Por eso no se trata de mera espera, sino de esperanza. «Se podría pensar que el comportamiento funda- mental ante la parusía es el aguardar ( Erwarten ) y que la esperanza ( Hoffnung, ejlpiv" ) cristiana es un caso especial de ello. Pero eso es totalmente falso… La estructura de la esperanza cristiana… es radi- calmente distinta de todo aguardar» 9 . Es en este contexto, precisamente a continuación de este últi- mo paso, donde Heidegger se refiere al kairovı , citando a su vez a San Pablo: «Tiempo e instante (5,1: peri; twfln crwvnwn kaiv twfln kairwfln , siempre usados juntos) presentan un especial problema a la FILOSOFÍA HEIDEGGERIANA Y kairovı 445 5 Ib., 69-71. 6 Ib., 91. 7 Ib. , 92. 8 Ib., 98. 9 Ib., 102.

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