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por estos años. En los primeros cristianos se puede apreciar una existencia nueva, un cambio radical en el mundo propio ( Selbstwelt ), que implica un cambio de perspectiva también en el mundo con los demás ( Mitwelt ) y en el mundo circundante ( Umwelt ). Esta existencia nueva se muestra sobre todo en los escritos de Pablo. Heidegger analiza algunos pasos de la carta a los gálatas y las cartas a los tesalonicenses. En ella intenta mostrar la situación histó- rica de Pablo y de la comunidad de Tesalónica, que sería la misma situación. La irrupción de esta nueva situación en Pablo la ve Heidegger en la carta a los gálatas. Pablo escribe en un contexto judío-cristia- no de lucha entre la ley y la fe, entre el judaísmo y el cristianismo. La contraposición entre ambos es total. En el judaísmo y en el cris- tianismo se tiende a un mismo fin: La salvación ( hJ swteriva ) y la vida ( hJ zwhv ). En uno y otro se sigue al Dios de las promesas y se entien- de la historia como historia de salvación 3 . Lo que divide a ambos pueblos es precisamente la interpreta- ción de los últimos tiempos de esa historia. El cristianismo cree que ha terminado un tiempo y que ha irrumpido otro tiempo cualitati- vamente nuevo y diferente; un tiempo de salvación por medio de Cristo que se entregó por nuestros pecados y nos ha arrancado del presente aijwvn perverso. El nuevo tiempo sería un nuevo aijwvn , un siglo nuevo, una nueva época de salvación y de realización de las promesas anteriores 4 . Pablo pertenece de lleno a este nuevo aijwvn . Y su entrada en el mismo no se ha dado por tradición histórica; él no recibió ni apren- dió el evangelio «de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo» ( Gal 1,12). Pablo recuerda aquí su proveniencia del juda- ísmo, en el que había aventajado a muchos de su edad y linaje en celo por las tradiciones de sus padres. Pero Dios le dio la gracia de revelarle a su Hijo y de enviarlo a predicarlo ( Gal 1,13-16). En la carta a los filipenses Pablo se considera cogido, apresado por Cristo e intenta corresponder a esa gracia: «No que yo lo haya obtenido o 444 MODESTO BERCIANO 3 M. H EIDEGGER , Phänomenologie des religiösen Lebens, 68-69. 4 Ib., 69.