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contraposición a la futura; y sobre todo, kairovı tiene un significado importante en el contexto de la historia de la salvación. Pablo entiende la historia humana como oijkonomiva divina, que había de realizarse en la plenitud de los tiempos ( plhrwvmato" twfln kairwfln ) 36 . La idea de kairovı dentro de la historia de la salvación está también presente en los sinópticos y en Juan. Pero Pablo afirma más que ningún otro autor la presencia de un tiempo nuevo, entendido como kairo;ı nufln . Este ha comenzado ya con Cristo y en él están ya presentes los dones eternos de los últimos tiempos. Esto significa que en Pablo el kairovı tiene un contenido y una plenitud que es ajena al contexto heideggeriano. También en Pablo se afirma la necesidad de estar atentos, de despertar del sueño, de reconocer el kairovı , de aprovecharlo y de vigilar, ya que no hay aún una pose- sión definitiva de dichos dones. Todo esto implica que el kairovı no sólo llega como el ladrón en la noche, sino que se lo puede reco- nocer. De ahí la necesidad de estar atentos a los signos de los tiem- pos 37 . En relación con todo este contexto de ideas, lo que dice Heidegger acerca del kairovı es insignificante. Además, lo saca del rico contexto bíblico, limitándose a verlo en relación con la existen- cia histórica y fáctica, que ve reflejada de modo paradigmático en la existencia cristiana descrita por Pablo. En esta existencia cristiana quiere destacar casi exclusivamente el hecho de que vive la tempo- ralidad; sólo alguna vaga alusión al contenido del kairovı . Parece obvio que, mediante esta abstracción, el kairovı bíblico queda muy desvirtuado y empobrecido. Es también muy escaso lo que afirma Heidegger acerca del kai- rovı como tiempo de la existencia fáctica del Dasein. En definitiva, se limita a describir el kairovı como tiempo humano, en relación con la movilidad y caducidad del Dasein; y también, aunque poco, con la realización del propio Dasein, que se encuentra siempre en ins- tantes y en relaciones sucesivas, como ser en el mundo. Que estas relaciones sean situaciones, parece natural en el contexto heidegge- riano. Pero Heidegger no relaciona el kairovı con la situación com- FILOSOFÍA HEIDEGGERIANA Y kairovı 455 36 Ef 1,10; Gal 4,4. 37 Cf. II Cor 6,2; Rom 3,26; 8,18; 13,11; Ef 5,6, etc. Cf. M. B ERCIANO , « kairovı . Superación del tiempo en el cristianismo», 183-196.

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