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La exposición del Ser en este mundo inventado, al cobrar carác- ter significativo, remite al significado y a sus elementos constituyen- tes: sentido y referencia 3. SIGNIFICADO: SENTIDO Y REFERENCIA DE LOS ENTES DE FICCIÓN A muchos pensadores les ha parecido que la categoría gramati- cal del nombre propio posee una estructura semántica transparente. Aquí está, por ejemplo, la palabra «luna» o la palabra «silla» y aquí están el planeta luna y el objeto silla . No hay nada escondido ni mis- terioso. El hecho que la palabra «luna» y la palabra «silla» tengan sig- nificado está constituido porque son nombres y remiten a dichos objetos, dándonos sus notas caracterizadoras. De esta primera intui- ción, se parte para elaborar una doctrina sobre el significado , exten- diéndola a todas las demás expresiones del lenguaje, incluso las que se apliquen a los entes de ficción. Se subraya, entonces, que en el significado se trata de una actividad que se ejercita como si fuera un espejo que reflejara la realidad. Por ello, se califica de doctrina «especular». Parménides, Platón, Aristóteles, Estilpón de Megara, ya desde la antigüedad, fijaron esta corriente de tipo metafísico que ha durado hasta los tiempos actuales. Se da una «isomorfía» entre mundo (realidad), imagen (idea) y palabra (término). El análisis de una oración simple de la estructura sujeto-predicado, la función suje- to sería ejercida por nombres y el predicado designaría propiedades, relaciones y, en general, atributos. «El campo está verde», el predi- cado «verde» está en lugar de una propiedad —un color— que per- tenece al campo. Es un atributo. Y la oración, en cuanto tal, significaría un hecho o estado de las cosas : el de una porción de tie- rra con dicho color. En contraposición otros autores, defienden que, entre las diver- sas actividades realizadas por el hombre, hablar, el lenguaje, es una de ellas. Es una actividad natural, cuya característica es la de ser «ineludible « y «convencional». Ineludible, porque el hombre no puede no hablar. Convencional, porque designa las realidades según su libre albedrío. El lenguaje las designa y connota según quiera la voluntad humana. La capacidad signitiva del significado, aquí, se 436 VICENTE MUÑIZ RODRÍGUEZ
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