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gozan de realidad propia, sean pensadas o no por la mente huma- na. En efecto, números y figuras geométricas no son tales porque las convirtamos en objeto de nuestra razón. Aunque la humanidad des- aparezca, números y figuras geométricas serán siempre, ya que la necesidad y eternidad son notas intrínsecas y distintivas de su pro- pio ser. Sirvan estas consideraciones, como preámbulo, al presente estudio, porque junto a estas realidades, se encuentran además las pertenecientes al arte. Escultura, música, pintura, literatura, aunque sean diversos sus diversos modos de expresarse, las realidades que constituyen sus respectivas áreas poseen todas un denominador común: son entes de ficción . Toda obra de arte exige, para serlo, tener existencia ficticia. Sobre tales entes, se pregunta : ¿cuál es su esencia ? ¿qué relación guardan con lo imaginario y lo real del mundo del hombre? ¿pose- en los entes de ficción significado, sentido y referencia ? ¿cómo se dicen y fabulan ? 1. LOS ENTES DE FICCIÓN Nuestro estudio se fija y presta atención principal a la literatura, en cuanto nos ofrece protagonistas célebres, como entes de ficción. Así, a título ilustrativo, tenemos el «Quijote», el «Rey de la Argentina», el «Vellocino de oro» u otro cualquier ser, de índole literaria. Un ejercicio fenomenológico obliga a distinguir un objeto material corpóreo —por ejemplo: este reloj — y ese mismo objeto, en cuanto contenido de la percepción . La realidad del primero es algo en sí, que está fuera de la conciencia, algo que se puede tocar, ver, medir, analizar en sus constituyentes materiales. La del segun- do es algo también en sí, pero que existe sólo, como pensado . La conciencia, por su propia y específica identidad, lo es siempre de o en referencia a . Su relación, así, con este reloj del ejemplo pro- puesto, cuya realidad le es exterior, la define como actividad «espontánea» o «pre-refleja». Solamente se convierte en refleja , cuan- do en la conciencia misma se percibe el reloj , pero en su realidad de pensado. Cuando la «imagen intencional pensada» y el reloj que está fuera de la conciencia se corresponden, se dice que se está en 432 VICENTE MUÑIZ RODRÍGUEZ