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Si hay algo que Havelock nos ha hecho ver es que la República de Platón es esencialmente un libro de educación. Ya lo había seña- lado Jaeger, al afirmar que no es una obra política, sino que versa sobre el alma del hombre, cuya estructura ampliada en letras mayús- culas se puede leer en la pólis 7 . Ambos autores señalan que los poe- tas, en especial Homero, constituyen el libro de texto de la educación ateniense y griega. Un libro de texto «oral», que se apren- de y se conserva en la memoria, porque incluye toda la enciclope- dia de las ciencias griegas, los usos y costumbres, las técnicas de construcción de naves y de estrategia militar y, sobre todo, las nor- mas de la excelencia ética, los modelos de vida que los griegos no sólo han de memorizar, sino reproducir en la vida cotidiana, median- te un proceso de mímesis, de identificación de su alma con la de los héroes homéricos o con los protagonistas de las tragedias. Por eso crítica Platón esta forma de oralidad mimética que produce una enfermedad del alma, que sólo la medicina de la oralidad dialéctica de Sócrates puede curar. Havelock explica con toda precisión que este sistema educati- vo constituye el centro de la crítica platónica de la poesía en la obra programática fundamental, en la República : «Lo que se está juzgan- do es la tradición griega y su sistema educativo. Las principales auto- ridades que se citan en apoyo de este tipo de moral entre dos luces son los poetas. Sale a relucir el nombre de Homero y el de Hesíodo... Lo que se pone en cuestión es la tradición griega en sí, sin olvidar los cimientos sobre los que se levanta. Para esta tradición es fundamental la condición y calidad de la enseñanza griega. Sea cual sea, el proceso por el que se forman las mentes y actitudes de los jóvenes constituye el intríngulis del problema platónico. Y en alguna parte de este punto central se hallan, a su vez, los poetas» 8 . Y, se pregunta Havelock, ¿por qué tenía tanta importancia la poesía en el sistema educativo de la Grecia clásica? Sin duda porque la poe- sía no era considerada, como en la sociedad moderna, un arte o un PLATÓN: LA ESCRITURA EN EL LIBRO DEL ALMA 397 7 J AEGER , W., Paideia: los ideales de la cultura griega (Madrid 2000) 589-778. En casi doscientas páginas, Jaeger analiza con precisión la nueva propuesta educa- tiva que Platón presenta para cambiar el texto escolar de los jóvenes griegos que se educaron en la «lectura» de los poetas. 8 H AVELOCK , E. A., Prefacio a Platón , O.c., 26-27.

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