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que esperar al Colliget de Averroes, y en el mundo latino al movi- miento de renovación anatómica del final de la Edad Media, para ver cómo la anatomía se independiza de la fisiología. En esto, de nuevo, los averroístas fueron adelantados de la modernidad. Las descripciones anatómicas presentes en los tratados hipocrá- ticos son pocas e imprecisas. Las más extensas son las del tratado Sobre el corazón , ya comentado. El interés por la víscera cardiaca, como por la anatomía en general, se disparó después, en el perio- do alejandrino. Allí se hicieron muchas disecciones de animales, y hasta vivisecciones. Desdichadamente poco es lo que se nos ha con- servado de esa época, pero hay razones sobradas para pensar que muchos de los conocimientos anatómicos de los médicos posterio- res, y en concreto de Galeno, proceden de allí. Galeno se ocupó en la práctica totalidad de sus obras anatómi- cas y fisiológicas del corazón. En todas lo describe de un modo ana- lógico, es decir, aplicando al hombre lo que ve en la disección animal, sobre todo de cerdos y monos. Resumiendo los datos pre- sentes en sus diferentes obras anatómicas, podemos hacer la siguiente descripción básica del corazón. Este órgano tiene forma de piña, con la punta mirando hacia abajo y a la izquierda. Consta de dos cavidades, una derecha y otra izquierda, con un conducto inter- medio, que muchos anatomistas posteriores (Avicena, Mondino de Luzzi, etc.) considerarán una tercera cavidad. La cavidad derecha tiene dos agujeros, por uno de los cuales entra la vena cóncava, que trae la sangre desde el hígado. Sobre ese agujero hay tres membra- nas, allí colocadas especialmente para que se abran al entrar la san- gre y se cierren después de que entra. Por el otro agujero sale una vena parecida a una arteria para que nutra el pulmón. La cavidad izquierda tiene otros dos agujeros. Por uno entra una arteria muy similar a una vena. Esta lleva espíritu desde el pulmón a las arterias. Sobre este agujero hay dos membranas que se abren al entrar el pneuma en el corazón. Hay otro agujero en el lado izquierdo, por el que sale la arteria mayor, fuente de todas las arterias del cuerpo. En él hay tres membranas, que se abren para que salga la sangre arterial del corazón, y después se cierran evitando el retorno. En cada una de las cavidades del corazón hay una eminencia externa parecida a una oreja, razón por la cual se llaman aurículas del cora- zón. A la aurícula derecha llega la vena arteriosa, y a la izquierda la 376 DIEGO GRACIA
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