BCCCAP00000000000000000000676
Esa única Provincia es d.ividida en tres por decreto del P. General Bernardo de Andermatt (18-XII-1889); la de Castilla sigue con el mismo titular, el Sa– grado Corazón de Jesús, y se le asignan los conventos de Bilbao, Fuenterrabía, León, Montehano y Lecároz. La residencia de Madrid queda formando el dis– trito nullius ... En 1907 tiene lugar una nueva división de los conventos del territorio nacio– nal en cinco Provincias, las mismas que actualmente existen. A Castilla quedan asignados los conventos de Bilbao, Madrid, El Pardo, León, Montehano, Sala– manca y Vigo. El desarrollo de la misma, a partir de 1889 hasta el presente, puede apre– ciarse por el cuadro sinóptico y estadístico que ofrecemos en páginas posteriores. Sólo anotamos a tal respecto que esa vida ascendiente y marcha progresiva se vio perturbada por un acontecimiento doloroso. Lo constituye la guerra de libe– ración y sus lamentables consecuencias. Comenzada aquélla el 18 de julio de 1936, se prolongó hasta el uno de abril de 1939; en ese lapso de tiempo varios de los conventos fueron ocupados y medio destruidos, el noviciado y colegios casi extinguidos y el personal medio diezmado, con la pérdida de 22 religiosos que fueron martirizados. Pero la expansión apostólica fuera del territorio nacional constituyó para la Provincia de Castilla algo vital, y sigue siéndolo aún en los tiempos modernos principalmente. Ese apostolado misional se inició con la participación de los cas– tellanos en la misión del Congo (1645), siguió con la de Darién (1647), Arda (1659), Guinea y Sierra Leona (1677), y de nuevo la de Darién (1680). Casi un siglo después, en 1762, se les encomendaba la evangelización de la Luisiana, lo que motivó la extensión de su acción apostólica a la isla de Cuba (1784). Esa expansión misional se inicia en los tiempos modernos con mayor pujanza en 1891, fecha en que llega la primera expedición de misioneros a Venezuela con ánimo de restaurar las antiguas misiones. Pero esto no tiene lugar hasta 1922. Entre tanto se van haciendo fundaciones en la mencionada república y se erigen en Custodia (1904). Un año después la actividad misionera se dilata hasta la isla de Puerto Rico, y en la misma fecha, 1905, llega a la de Cuba; en una y otra isla se establecen también casas. Y así se llega a 1922 en que se erige el Vicario Apos– tólico del Caroní con entera independencia jurídica de la Custodia. Esta, que reúne todas las casas de Venezuela, Puerto Rico y Cuba, es dividida en dos (1927), abarcando la primera las casas de Venezuela, mientras que la segunda comprendía las restantes de Puerto Rico y Cuba. Sólo tres años después (1930), las casas de Puerto Rico son entregadas por superior mandato a la Provincia nor– teamericana de Pensilvania, al paso que las de Cuba vuelven a formar parte de la Custodia de Venezuela. En 1943 se crea un nuevo Vicariato Apostólico, el de Machiques, y al si– guiente año Castilla se encarga de evangelizar el territorio que aquél comprende. Posteriormente, en 1954, se desmembra del Caroní el Territorio Federal Delta Amacuro y se crea el nuevo Vicariato de Tucupita.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz