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La presente estadística incluye a todos los religiosos que han pertenecido a la provincia capuchina de Castilla desde su «restauración» hasta el 31 de diciembre de 1994. La «restauración» de la provincia de Castilla tuvo lugar el día 18 de diciembre de 1889. El P. Bernardo de Adermatt, General de la Orden, después de haber realizado la visita canónica a la única provincia capuchina que, desde 1885, abarcaba toda España, la dividió en tres provincias canónicas y distintas: Aragón, Toledo y Castilla, reserván­ dose para sí y sus sucesores el Distrito Nullius de Madrid (1). Se adjudicaban a la provincia de Castilla las siguientes casas: Lecároz, Fuenterra- bía, Bilbao, Montehano y León. Se le concedía el territorio de las provincias eclesiásti­ cas de Burgos, Valladolid y Santiago de Compostela, quedando, por tanto, en su territorio las diócesis de Calahorra y Santo Domingo de la Calzada, León, Osma, Palencia, Santander, Vitoria, Astorga, Avila, Ciudad Rodrigo, Salamanca, Segovia y Zamora. La sede del Ministro Provincial era la casa de Bilbao. Pero esta primera división territorial no fue definitiva. Dos nuevos acontecimien­ tos vinieron a modificarla. El primero fue la incorporación del colegio de Lecároz al Distrito Nullius. Así lo indicaba el P. Joaquín de Llevaneras en carta al P. General desde Lecároz el día 10 de octubre de 1895: «De conformidad con lo decretado por el Rvmo. Definitorio General en la Con­ gregación celebrada por él mismo en Roma el día 12 de mayo de 1894, de cuyo decreto se me dio nota firmada por V. P. Revma., y sellada con el de su oficio, este Colegio Seráfico de Lecároz quede separado perpetuamente de la provincia de Castilla y unido a la casa de Misiones de Madrid, bajo la inmediata jurisdicción de V. P. Revma. y sus Sucesores» (2). El segundo acontecimiento fue la supresión del Distrito Nullius el 7 de agosto de 1907. Con tal motivo, la provincia de Castilla recibió los conventos de Madrid y El Pardo, mientras que los de Lecároz y Fuenterrabía pasaban a la provincia de Navarra- Aragón. Al mismo tiempo se reorganizó el territorio de dichas provincias. Castilla recibió toda la diócesis de Madrid, pero tuvo que dejar las de Calahorra y Vitoria para Navarra-Aragón, asignándose también a Castilla, en la ciudad de Bilbao, los arcipres- tazgos de Bilbao, Portugalete, Valmaseda y Carranza. La sede del Ministro Provincial pasó de Bilbao a Madrid (3). (1) Analecta OFMCap 6 (1890) 12. (2) Roma, ArchivumGenerale OFMCap, G 62, DN. V. (3) Analecta OFMCap 23 (1907) 265. 7