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— 69— CAPITULO IX. La caridad del beato Diego. La caridad, esto es, el amor sobrenatural de Dios y del próji- mo es el centro, el alma y la corona de todas las virtudes: así nos lo enseñan los Libros santos, de modo que sin la caridad, todas las demás virtudes son como las piedras sueltas de un edificio arruinado, y como ramas dispersas de un tronco derribado. La ca- ridad se revela por sus obras, porque amar es querer bien al ama- do, darle algo, comunicarle sus propios bienes. El hombre, estan- do dotado de libre albedrío tiene cierto dominio sobre su propia voluntad y sus actos, y está en su potestad el darse y el rehusarse á Dios. El árbol se conoce por sus frutos, y las obras que revelan el fondo del corazón del hombre son la guarda ó inobservancia de los mandamientos de Dios. Si me amais, dijo Jesucristo, guardad mis mandamientos: el que escucha mi palabra, y la cumple, ese es el que me ama. Es indudable que el beato Diego amaba á Dios con toda la verdad y la fuerza de su corazón: así lo demuestra su perseveran- cia en la oración y en la meditación, la contínua mortificación de sus sentidos, su rigorosa penitencia, su desprendimiento de to- das las cosas terrenas, su profunda devoción á todos los misterios de la fé, y en particular á aquellos que son más difíciles de creer, el celo que desplegaba para que Dios fuese conocido, y amado, y honrado profundamente en sus templos, en sus ministros, en todas las cosas pertenecientes á su culto. Este admirable conjunto de virtudes que supone tantas otras de las cuales procede y á que se encamina, no era posible sin un amor á Dios muy grande y muy perfecto, porque el ejercicio constante de tantas virtudes requiere una fuerza sobrenatural, y esa fuerza sólo puede darla el amor: sólo el amor hace que el trabajo no se sienta, ó que se ame el trabajo mismo, y por lo tanto que se tenga gusto y fuerza para sobrellevarlo. No es posible que el hombre viva de una manera tan ajustada á la ley de Dios y á sus consejos, y no esté inflamado en su amor: eso sería una contradicción tan manifiesta y violenta en- A