BFCMEP00090-C-IGUp01d00000000

zo A nisterio, de su dignidad, porque por eso son superiores al comun de los cristianos por derecho divino. La ciencia y la virtud con- tribuyen al realce y prestigio del sacerdote, pero no son ellas lo que dá al sacerdote un carácter santo y sagrado, sino su mismo mi- nisterio, sus poderes espirituales. Por la consagración que han recibido son una auténtica imagen de Jesucristo y sus represen- tantes, los representantes de su sacerdocio y de su doctrina, de su apostolado y de su causa. Mayor es todavía la yeneración y respeto con que hemos de tratar á los Obispos, porque ellos po- seen la plenitud del sacerdocio, y la plenitud de la potestad de or- den, y por lo mismo representan á Jesucristo de una manera más perfecta y elevada, y son los príncipes de su Iglesia, los pasto- res del pueblo cristiano, los doctores de la nación santa. Mucho mayor es aun el respeto y veneración que debemos al Soberano Pontífice. Él es el Vicario de Jesucristo sobre la tierra, el princi- pio y fundamento de la unidad de la Iglesia, la clave de la cato- licidad, la columna del mundo, el sol que ilumina á los hijos de Dios sobre la tierra, el príncipe, padre y doctor supremo de todos los cristianos. PARAGRAFO Y. Devoción del beato Diego á la Sma. Virgen María. La fé de nuestro beato Diego se reveló igualmente por la gran- de y tierna devoción que profesó á la santísima y bienaventura- da Virgen María. El culto de la: augusta y venerable Madre de nuestro divino Redentor es natural en el cristiano. Cuando Dios nos regenera por el santo Bautismo, nos hace ciudadanos del cielo, adopta por hijos suyos, nos instituye herederos de su gloria, y nos infunde los sentimientos de la piedad filial hácia la privile- giada Virgen que Dios en su misericordia predestinó para ser la dignísima Madre de Jesucristo según la mente y según la car- ne, y nuestra verdadera y bondadosa madre espiritual. Pero la piedad filial hácia la Santísima Virgen se desarrolla más Ó menos según que la fe es más ó menos viva. Nuestro beato Diego es un digno modelo que pueden imitar los más fervorosos devotos de María. Desde sus más tiernos años fué educado por sus