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— 114 — conducta, y pued: proponerse como modelo de todos los que pade- cen. Aprendan de él los enfermos á sufrir con resignación sus pa- decimientos; aprendan de él las almas atribuladas por las tenta- ciones del espíritu maligno á llevar con paciencia tan pesada cruz; aprendan de él los sacerdotes insultados por la plebe, perseguidos por las calumnias de sus émulos, y mortificados por medidas seve- ras, precipitadas é injustas que atacan su honor y les hacen objeto de mil comentarios desfavorables. Sí, aprendan del beato Diego la santa paciencia con la que él se poseyó á sí mismo, confundió todas las calumnias y triunfó de todos sus adversarios. Si, apren- dan de él, y repitan como él las palabras del Apostol: Acreditemos con estra paciencia que S£0M0OS ministros de Dios. CAPITULO XV. Oración y penitencia del beato Diego. Las grandes virtudes que hemos admirado en nuestro Beato necesitaban evidentemente un alimento sólido y sustancial: la fron- dosidad del árbol revela la abundancia de la sávia que lo nutre, y esta una tierra buena, bien abonada, bien cultivada y bien re- vada. El corazón del hombre no puede ser fecundo en virtudes, sino mediante un contínuo trabajo sostenido y dirigido por la gracia di- vina, único principio original de los frutos de justicia y santidad que el hombre debe producir, so pena de ser cortado y condenado al fuego como árbol estéril y seco. Aunque la gracia sea un don gratuito de Dios la oración es un medio predestinado para conseguirla. Conviene orar siempre y no desistir de la oración: orad incesantemente, nos repite el Evange- lio con mucha insistencia. El beato Diego no olvidó estas enseñan- zas y una parte considerable del día la pasaba en la oración vocal. A más del Oficio canónico que rezaba con el mayor afecto y pie- dad, á más del santo rosario del que era devotísimo, rezaba el tri- sagio, el oficio parvo, el oficio de difuntos, el via-erucis y otras de- vociones á las que era fidelísimo. Ordinariamente dedicaba cinco horas cada día á la oración mental mucho más fructuosa que la