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Medios para adqu iria. 27 vierosós, firmes é inalterables. Por esto el Demonio, que es terrible para los flacos , y la Maquéza misma para los fuertes, teme tra- iar con un alma mortificada *, de la cual se halla easi siempre rechazado con pérdida : pero mira eun despreció á la piedad misma, y las buenas resoluciones de un alma sensual; por- que ésta como asegurado de trastorparla en- ndo él quiera, ú al menos de m- pedirla los progresos, si Dios por una' gracia ue ella mo merece, Bo impide que caiga en aleun delito. Este enemigo de nuestra salud, pe tiene sinó des puerias para entrar en nues- tra alma, y para ponerla en turbacion. Estos són, la gloria y el placer; y si nosotros se las cerramos cuidadosamente, se reducirá todo su leror á dor vuclias al rededor de nosotros *; Y pode mos burlorars de él, asi como los sol- lados, ecrrados en una Plaza fuerte, lo hacen con sus enemizos, cuando no pueden hacer olra €: sá que eercarla en grande distancia de lós mpros, sin tener valor, pi osadía para asoliaria. IL. Pero no basta la renuneia de los pla- Ceres, es necesario tembien el amor de las añliccionés, Aquella no hace mas que apartar- ños de dos riesgos: este forma en nosotros la viriud,, la que mo produce por si misma la separacion del placer. Los trabajos santos fortifican al alma, como el trabajo del cuerpo pe rifmeseit Satonas 1 Um y la 5. Anton. de > 2 Lirenit, quarecas ¡quem ¡ejuaja, eto. Atha